Un gran homenaje al maestro escultor Francisco María Reyes
El barrio de Parque Chacabuco vivió un día emocionante el pasado 15 de mayo, durante la celebración de su día, y en pleno Año del Centenario del Barrio Emilio Mitre. Como parte de los festejos, la Junta de Estudios Históricos de Parque Chacabuco y la Junta de Estudios Históricos del Barrio de Boedo se unieron para rendir un merecido homenaje al increíble escultor Francisco María Reyes. La mejor manera de honrarlo fue descubriendo una placa en su antigua casa, ubicada en el Pasaje del Progreso 1225.
La ceremonia contó con la participación de personas destacadas, como la genial Sra. Liliana Dávila, presidenta de la Junta de Parque Chacabuco, el Sr. Osvaldo Gorgazzi, secretario de la misma junta, el Sr. Federico Bouzas, Jefe de la Comuna 7, y el Sr. Néstor Iglesias, miembro de la comuna.
Además, también estuvieron presentes el Prof. Rubén D. Camillozzi, presidente de la Junta Central de Estudios Históricos de la Ciudad de Buenos Aires, la Sra. Silvia Martínez, vicepresidenta de la Junta de Boedo, la Sra. Ana Paz, secretaria de la junta, y un montón de personas más que quisieron estar activos durante el homenaje. Hasta hubo vecinos del Sr. Reyes, quienes seguramente tienen un enorme cariño por su legado.
El momento más emocionante fue cuando la Sra. Martínez y el hijo del Maestro Reyes, Rodolfo, destaparon la placa, que fue como descubrir un tesoro. Para que todo estuviera en sintonía con la solemnidad del acto, el Padre Heriberto González de la Parroquia Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa bendijo la placa.
Durante el homenaje, varias personas tomaron la palabra para expresar su admiración hacia Francisco María Reyes. La Sra. Martínez habló en nombre de la Junta de Boedo, el ingeniero Bernal lo hizo en representación de la Cofradía de la Orden del Lengue, y el Prof. Rubén Camillozzi en nombre de la Junta Central. También hubo vecinos del barrio que compartieron anécdotas y destacaron la importancia de este maestro en su comunidad.
Y una mención especial para la Sra. Rosa María Silva, quien, en su gestión como directora del Jardín de Infantes Nucleados, tuvo la genial idea de ponerle el nombre del maestro Francisco Reyes al mismo. ¡Qué manera de honrarlo desde temprana edad!
Francisco Reyes, nacido en Almería, España, el 9 de mayo de 1915, se mudó junto con su familia a Buenos Aires en 1927 y se enamoró del barrio de Boedo. Fue un artista completo y se destacó en diferentes ámbitos. Participó en agrupaciones y asociaciones artísticas, como la Peña Pacha Camac, la Agrupación Bohemia, el Círculo de Bellas Artes de Buenos Aires, la Asociación Argentina de Artistas Escultores y muchos más.
A lo largo de su carrera, Francisco María Reyes cosechó premios y reconocimientos por doquier. Ganó el Primer Premio del Salón Nacional de Bellas Artes en 1956, recibió el Premio de Honor del Ministerio de Educación del Salón Nacional de Bellas Artes en 1958 y se llevó el Gran Premio de Honor del Salón Nacional de Artes Plásticas en 1959. ¡Un verdadero campeón del arte!
Sus obras son una maravilla y se pueden encontrar en museos argentinos y en lugares públicos de Argentina, Uruguay y Brasil. Incluso, una sala del Museo Quinquela Martín de Salta lleva su nombre, y se le rindió otro homenaje en la intersección de la Avenida Boedo y el Pasaje San Ignacio el 5 de julio de 1997. ¡Esquina Francisco Reyes, qué honor!
Hoy en día, sus obras siguen impactando y embelleciendo nuestras calles. Tenemos la suerte de poder disfrutar de su talento frente a Boedo 735 con “Madre”, frente a Boedo 853 con “Cholita”, en el hall de la estación de subterráneos Línea “E” con el busto de Mariano Boedo, y hasta en el Jardín de Infantes Común N°4 D.E.6° “Mariano Boedo” con una copia de ese mismo busto. Y a partir del 14 de mayo de 2016, también podemos ver su autorretrato frente a Boedo 823/25. Es una explosión de arte en las calles de Boedo
Francisco María Reyes nos dejó el 16 de abril de 1988, pero su legado artístico perdura en el corazón de todos aquellos que apreciamos su talento y su dedicación. El homenaje que se le rindió fue más que merecido para un artista tan destacado y querido en la comunidad. Gracias, maestro Reyes, por llenar nuestras vidas de arte y emoción.
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