SONETOS DE RODOLFO LEIRO
La revista literaria “Siembra”.editada en Alcoy, Alicante, España, en su número 88, que dirige la reconocida Escritora SALOMÉ MOLTÓ MOLTÒ, en su número 88, ha publicado cinco sonetos de mi autoría, algunos de los cuales han sido impresos con algunas deficiencias, por lo que he decidido darlos a conocer a mis amigos, en la forma correcta.
El título de siembra lo copio literalmente:
LOS MÁS GRANDES HOMBRES ESTÁN CARACTERIZADOS POR UN PODEROSO
Y ABSOLUTO IMPULSO CREATIVO
RODOLFO LEIRO
MORIR PARA VERTE
“Si yo me hubiera muerto”
Amado Nervo
A la que fue mi esposa Nieves Rosa Boudet
Te he buscado en los témpanos punzantes
vagando por la mar hasta agotarse;
y en los páramos túrbidos gestarse
mi sueño por tus labios traficantes;
hurgué, con mis pasiones terebrantes
peñón donde pudieren ocultarse
tus senos que nacieron para darse,
tu besos que mordían, susurrantes;
Me desplomé, cual necios caminantes,
perdidos en quimeras trepidantes,
cansado de decir lo que es quererte.
Pienso, en mis espacios ululantes
golpeando mis ensueños delirantes:
¿Es que debo morirme para verte?
ANSIEDADES
Cuando la ansiedad vital acosa,
impele hacia el verbo desafiante.
este pecho de arista traficante
se despoja la túnica de glosa;
deja el huerto feraz donde la rosa
se empina como fémina galante
y despierta su estirpe delirante
en lid de armonía vagarosa.
No evado la liturgia glamorosa
ni la grita febril y clamorosa
que pretende insumirme vacilante;
vencido en la pasión amplia y celosa
por alcanzar la clámide gloriosa
en el grito imperial de mi ¡adelante!
DARÍO
Quisiera razonar como Darío
en prisma metafórico de glosa
y en el centro vital donde la prosa
desmaya su romántico albedrío;
centrar un corazón sin el engrío
que el ego desorbita y se reposa
y no crean, después, que es poca cosa
ensayar un soneto sin Darío.
Disipar ese tópico sombrío
con el lápiz solvente donde estrío
la frase sobre pétalo de rosa.
¡Otra vez las farolas de mi brío,
sobre el mar de la pompa autografío!
¡No dirán que el soneto es poca cosa!
PRISIONERO
Yo se que estuve preso de tus ojos moreros
desde la noche aquella de tu cristal sonrisa
mientras que te llevaba un ósculo de prisa
rizando el lomo verde de músicos senderos;
tu mano, antes esquiva, nos supo compañeros
mientras nos contemplaba una Luna sumisa:
tú llevabas el cuño, solemnidad de misa
y yo las horas toscas de un vate jornalero;
después tu alcurnia ilesa, tu porte sol de enero,
marcharon con su lustre, patriarca lisonjero
mientras Selene amiga conversaba conmigo;
en estas horas pautas de un lapso postrimero
te veo a la distancia, como un jovial lucero,
que acaso, todavía, me quiere ver cautivo.
LO QUE NO DI
Inspirado en “La Amada Inmovil”, de Amado Nervo
Hoy recorro el sendero del pasado
desde el pleno vitral de mi nectario
y mi propio, mi fiel confesionario,
una especie de emporio desatado;
memorando mi film ensimismado
en el prisma de un loco proletario,
que acaso en el ayer, destinatario
ha sido de un amor no declamado;
más os quise, feliz, entusiasmado
en el feudo de un labio apasionado,
que fue pauta mitral de mi quimera,
asaz fervor creciente, azul templado.
¡Más me duele aquello que no he dado!
¡Esos besos, mujer, que no te diera!
RODOLFO LEIRO
Buenos Aires, Argentina
(403)