Según los porteños en Montserrat se venden los mejores panes dulces de la Ciudad
La época de los panes dulces comenzó y posiblemente se extienda hasta fines de enero. En Monserrat las filas son enormes y no distinguen edad ni condición económica, todos quiere el pan dulce de la confitería Plaza Mayor, un suceso para no perderse.
A mediados de noviembre comienzan a aparecer las ofertas de pan dulce en la Ciudad. Con futas o sin, las variedades son muchas y para todos los gustos.
Frecuentemente la época del pan dulce no finaliza el 1 de enero sino que se extiende hasta fines de enero, o principio de febrero. Es que las tardes de mate, sol y pileta generalmente son compatibles con este tipo de panes almendrados, dulces, secos o hasta húmedos.
Pan dulce y budines son las sabores predilectos del verano para acompañar cualquier tarde enre amigos y familiares.
Uno de los datos más llamativos es lo sucedido en el barrio Monserrat en la confitería Plaza Mayor. Decenas de personas haciendo fila de cuadras para poder comprar el pan dulce de la antigua confitería.
Los vecinos de la zona acostumbran a ver que a mediados de diciembre mucha fila de personas interesadas en comprar un pan dulce para las fechas claves.
Desde las .5,30hs las personas hacen fila para no qedarse sin el pan dulce de la temporada .La sorpresa de los que no son asiduos al barrio se volvió viral semanas atrás cuando bajaban a consultar a los que estaban en la fila que estaban haciendo y la respuesta fue la espera del pan dulce.
Cada barrio tiene su particularidad, sus propias panaderías y las preferencias de sus vecinos. Sin embargo muchos vecinos de barrios cercanos y no tanto se acercan hast Monserrat por su famoso pan dulce.
El fenómeno del barrio de Monserrat los diciembre de cada año se repiten desde 1985.Sin embargo hace tan solo 1 mese el fenómeno se volvió viral.
A pesar de la crisis económica el kilo del pan dulce cuesta $370.A pesar de ellos los porteños prefieren ahorrase en otras cosas pero jamás en el pan dulce de estilo genovés con almendras, avellana, frutas escurridas, pasas de uva y castañas de cajú.
“La tradición surgió un poco por azar, en aquella época mi papá vendía sidra suelta y como vendía muy poca se le ocurrió hacer el pan dulce para promocionarla. La que aportó la receta fue mi abuela Tita quien solía venir siempre a controlar la producción“, cuenta Federico Yahbes, quien maneja el local hace 30 años.
A pesar de que todos saben de que la preferencia de los vecinos por los pan dulces de Montserrat es por su inigualable sabor ,lo cierto es que muchas veces las filas también se deben a los horarios poco flexibles de local dificultan la rapidez en las compras y propician las colas largas.
Los horarios son un desafío: solo se vende pan dulce de 9:00 a 11:00 y de 17:00 a 19:00. En Plaza Mayor lo preparan todo el año y aseguran que algunos lo van a buscar antes de diciembre para guardarlo en el freezer. Muy precavidos, evitan las dos cuadras de fila que son un clásico en esta etapa del año.
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