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Lunfardo / Hoy: Yapa

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SOBRE EL ORIGEN DE ALGUNOS TERMINOS

Por Eduardo R. Bernal
de la Academia Porteña del Lunfardo
de la Academia Nacional del Tango

El término que estudiaremos en esta nota: “yapa”, existen en el habla popular del medio rural, desde hace posiblemente 200 años. Ingresó al habla urbana de Buenos Aires en la segunda década del siglo XX, se la empleó masivamente durante esa época y actualmente, creo que está que en vías de desaparición, posiblemente superada por la actualmente muy extendida “bonus”
Fue incorporada al Diccionario de la Real Academia Española en 1925, cuando ya circulaba en Buenos Aires, como veremos, hacía más de 120 años. El significado que registra el Diccionario Usual de ese año es:

“Yapa: 1. Arg. Bol. Chile, Ecuad.y Perú. Añadidura, adehala, refacción. || 2. Min. Azogue que en las minas argentíferas de América se añade al mineral para facilitar el término de su trabajo en el buitrón”
En la última versión el DRAE registra:

“Yunta: 1. Ingen. Azogue que en las minas argentíferas de América se añade al mineral para facilitar el término de su trabajo en el buitrón. 2. f. Arg. Chile, Ec. Par. Perú y Ur. Añadidura, especialmente la que se da como propina o regalo.”
Y agrega la expresión asociada:

“de yapa .1 loc. adv. Arg., Bol., Chile, Ec., Par., Perú y Ur. gratuitamente. 2. loc. adv. Arg., Bol., Ec., Par., Perú y Ur. además.
Dijimos que la voz es muy antigua en el medio rural. Veamos algunas obras literarias del siglo XIX en las que aparece registrada:

Lucio V. Mansilla en “Una excursión a los indios Ranqueles”, obra de 1870, expresa:

“De yapa, cuando volvía, como la Regina estaba mal acostumbrada, porque los padres la aconsejaban, no quería ser mi mujer.”
Hilario Ascasubi, en “Paulino Lucero”, escrito en 1853, la utilizó en los siguientes versos:

“Y el ejército se va / de una vez adelgazando, / y de yapa resertando (por desertando) / con mucha temeridá.”
De la misma manera, Ascasubi en Aniceto el Gallo, obra de 1872, escribió:

“¿Quién diablos lo habrá tentao / a semejante invasión, / estando tan barrigón / y de yapa abichocao?
En la tercera de sus obras Ascasubi la vuelve a utilizar. En Santos Vega y los mellizos de la flor, escrita en 1872, la emplea en estos versos:
“En esa primera dada, / el patrón, sin ser extraño, / le dio al obispo una flor / con la Perica y el cuatro, / y de yapa la espadilla / que es truco superiorazo.”
José Hernández no la registra en Martín Fierro, pero si aparece en los versos de “La Vuelta de Martín Fierro” de 1879:

“Moreno, por tus respuestas / ya te aplico el cartabón, / pues tenés desposición / y sos estruido de yapa; / ni las sombras se te escapan / para dar esplicación.”
Los ejemplos citados permiten asegurar que la voz circulaba en el medio rural desde la primera mitad del siglo XIX y, seguramente desde antes.
En el habla urbana de fines del siglo XIX no la encontré registrada.

Recién aparece en algunos trabajos publicados en la primera década del siglo pero siempre relacionados con el medio rural.
Pastor Servando Obligado. En “Tradiciones Argentinas”, obra de 1903, dice:

“- ¿Tienes buen mostrador?
– Ni bueno ni malo, señor, pues sólo me acercaba á él, para pedir la yapa.”
Roberto J. Payró La emplea en su novela “El casamiento de Laucha” de 1906:

“La gringa, de puro contenta, porque yo no le había mezquinado aquella noche -y si no ¡juéguenle risa no más! ¡después de andar galgueando tanto tiempo!-, le regaló efectivamente las gallinas y el generito y hasta me parece que un par de pesos de yapa con lo que la parda se fue contentísima, blanqueándose los dientes y relampagueándole los ojos.”
Ricardo Güiraldes en 1926 en su obra Don Segundo Sombra, tambén la utiliza.

“El hombre se nos sentó en la mesa. Mi padrino lo miraba, sonriéndole como se sonríe a un recuerdo, y lo dejaba hablar.

-¿Y te acordás de las fiestas en lo de Raynoso, ande nos conocimos?
-Me acuerdo, ahá…, me mandaron que te cuidara porque eras medio aplicao al frasco y de yapa aficionao al barullo.

La voz no aparece en la literatura popular de esa época relacionada con temas urbanos, sino hasta bien entrado el siglo. La poesía popular de principio de siglo no la registra. Recién aparece con un solo registro en la Crencha engrasada de Carlos de la Púa editado en 1928, en el poema “Melena”

“Mala suerte fue en curda tu querida a la fuerza: / te tatúo con sus besos en el ocio canero, / y a pesar de tu yapa de bondad, con la merza / escolaseaste el vento de la audacia, cabrero.”
En las letras de tango tampoco fue muy utilizada, no la emplearon en sus versos ni Contursi ni Celedonio Flores. Recién aparece en un tango para la época en que se publicó La Crencha engrasada, 1927, todo hace pensar para esos años, finales de la década del 20, empezó a tener alguna débil presencia en el habla popular de la ciudad.

La encontramos en los versos del tango “Copen la banca” de Juan Maglio y Enrique Dizeo de 1927.

“Embrocás todito el paño que apoliya sobre el mapa. / Zapateaste por el Este, por el Norte y por el Sur. / Te respetan los vivillos y, todavía, de yapa, / no te falta quien te alise, quien te planche la solapa / con halagos amorosos porque valés un Perú.”

Recién para la segunda mitad del siglo la palabra parece haberse instalado en el habla popular y se la encuentra en numerosas obras. Julio Cortazar la utiliza en 1963 en este párrafo de “Rayuela”
“No se puede querer lo que quiero, y en la forma en que lo quiero, y de yapa compartir la vida con los otros.”

En los diccionarios del habla de Buenos Aires se la encuentra al promediar el siglo. José Gobello estudia el término en su trabajo de 1953 “Lunfardía” donde analiza su origen. En cuanto al significado, en el primero que lo incluye es en el “Diccionario Lunfardo” de 1975 con el siguiente significado:

“Yapa. Pop. Añadidura a la mercadería adquirida. || Adehala, lo que por donación o convenio se añade al precio recibido || Añadidura en general
Comúnmente los otros diccionarios de lunfardo que consultamos no lo registran.

Vayamos a la búsqueda de su origen que como siempre es lo más importante.

Según Augusto Malaret en su diccionario de Americanismos, se trata de un quechuismo. Deriva de las voces quichua “yapa” o “yapani” que tienen el significado de: “añadidura”
La Real Academia Española coincide con ese origen. En la versión del DRAE de 1925 dice solamente que es voz quichua y en la de 2001, amplía el concepto, dice que viene del “quichua yapa: ayuda, aumento.”

Como confirmación de lo expresado veamos que dicen los diccionarios de lengua Quichua sobre la expresión “yapa”.
Jesús Lara Diccionario Quechua Castellano (1971) registra:

“Yapa: Aumento, añadidura.”
Además, en diccionarios más modernos como el Diccionario Boliviano “Quechua-Castellano” de Teófilo Laime Ajacopa (La Paz 2007) se encuentra:
“Yapa. Regalo que hace el vendedor al comprador. || Aumento, añadidura.

Asimismo en el Diccionario Peruano “Quechua –Español-Quechua editado en Cusco. Perú. 2005 encontramos:
“yapa. s. Aumento, incremento, añadidura”

Digamos para terminar y como conclusión, que “yapa” fue muy usada en el habla rural por lo menos desde principios del siglo XIX, prácticamente no se empleó en el medio urbano hasta la segunda mitad del siglo XX, quizás algunos años antes, en que fue muy difundida hasta cerca de los años setenta, en los que, como dice Gobello, pasó a ser una expresión casi en desuso.

(1935)