La pandemia produjo una fuerte caída del empleo
A causa de la pandemia, el empleo, tanto formal como informal, sufrió una fuerte caída.
En este sentido, según un informe del Centro de Investigación y Formación de la CTA, por la pandemia, casi 4 millones de trabajadores perdieron sus empleos, de los cuales, más de la mitad pertenecen al sector informal.
Dicho relevamiento, concluyó con una estadística preocupante: 56,6% de los puestos perdidos afectó a asalariados no registrados; 39,6%, no asalariados; y 3,8% a asalariados registrados.
Este panorama presenta una situación del mercado laboral inédita, que se complicaron por las medidas adoptadas ante la pandemia y su consecuencia en la actividad económica.
El informe se basa en datos correspondiente al segundo trimestre del año de la Encuesta Permanente de Hogares proyectada a nivel nacional, la caída en la cantidad de empleo se acercó a los 4 millones de trabajadores.
El informe destaca que “Esta fuerte reducción se explica prácticamente en su totalidad por la disminución del número de asalariados no registrados y de ocupados no asalariados, ya sean patrones y trabajadores por cuenta propia“.
Además reseña que “la importancia de la protección que la regulación de las relaciones laborales puede implicar para los trabajadores”.
En tanto, el informe indica que “la caída fue menor para los asalariados registrados debido a la prohibición de despidos aunada a la vigencia del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP)” que implementó el Gobierno nacional a poco de decretar el aislamiento obligatorio.
Por otra parte, el estudio realiza un análisis en torno al empleo registrado, tanto de los asalariados registrados como de aquellas categorías de trabajadores independientes que realiza aportes a la seguridad social, se destacó que “la creación de empleo registrado se desaceleró durante el gobierno de Cambiemos y directamente se redujo desde 2019”.
“En 2020, no había llegado a iniciar su recuperación cuando la disminución se volvió más fuerte, como consecuencia de la pandemia”, advirtió el informe.
En centro de estudios que conduce Eduardo Basualdo, deja de manifiesto que “El deterioro salarial fue particularmente intenso desde el segundo cuatrimestre de 2018, es decir, desde que la corrida cambiaria, con su impacto en el nivel de precios, marcase el estallido de la situación de deuda contraída y se recurriese al préstamo del FMI”.
Un detalle no menor del estudio, se expresa acerca del poder adquisitivo del salario registrado del sector privado. En este sentido el informe revela que se mantuvo relativamente estable entre 2012 y 2015, la tendencia fue descendente desde 2016.
(89)