La Justicia porteña ordenó proteger a Tania y su cría en el Ecoparque, pero denuncian incumplimientos
Una medida judicial exige evitar contacto humano con los felinos y garantizar su bienestar, mientras crecen los reclamos por su traslado a un hábitat natural.
A finales de octubre, la Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ordenó al gobierno porteño garantizar las condiciones de bienestar para Tania, una yaguareté en peligro de extinción, y su cría en el Ecoparque. Sin embargo, recientes imágenes reveladas por una organización no gubernamental evidencian un aparente incumplimiento de la medida cautelar, que había establecido estrictas condiciones para evitar el contacto humano con los animales.
El caso, que se tramita en el Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario N°3, a cargo del juez Juan José Albornoz, tiene como eje la preservación de los derechos de la yaguareté y su cachorro. Según determinó el magistrado, ambas especies deben ser mantenidas lejos del contacto con personas para evitar su habituación, condición clave para su eventual reintegración al medio silvestre.
Fernando Piesco, presidente de la Fundación Dante Piesco, destacó que las imágenes obtenidas confirman una violación a lo dispuesto por la Justicia. “El contacto visual con los cuidadores no corresponde con las condiciones establecidas para evitar que el cachorro se impronte al ser humano, un factor crítico para su futura supervivencia en la naturaleza”, subrayó.
En la misma línea, Andrés Gil Domínguez, abogado que presentó el amparo en representación de Tania y su cría, explicó que “estas condiciones son esenciales para garantizar la rehabilitación del cachorro”. Aseguró además que las pruebas de contacto humano, incluidas fotografías y un video, ya fueron incorporadas al expediente judicial.
Por su parte, la Fundación Rewilding Argentina, que trasladó a Tania al Ecoparque en estado avanzado de preñez, asumió en una carta el compromiso de garantizar el regreso de los felinos a su entorno natural. Según el director de Conservación de la entidad, Sebastián Di Martino, el traslado se concretará “cuando el equipo de Bienestar Animal del Ecoparque y nuestra institución consideren que tanto Tania como su cría están en condiciones adecuadas”.
Tania, una yaguareté de tres patas, se convirtió en 2017 en un símbolo de los programas de conservación del Parque Nacional Iberá y El Impenetrable, donde fue madre de seis grupos de crías. Sin embargo, su traslado a CABA generó críticas entre especialistas y organizaciones, quienes cuestionaron la necesidad de desplazarla de su entorno natural.
Gil Domínguez argumentó que este caso es un “paso crucial en la lucha por los derechos animales”. Para el letrado, Tania fue “descartada después de haber sido usada” en programas de conservación y ahora enfrenta condiciones que atentan contra su bienestar y el de su cría.
El abogado, conocido por liderar el caso de la orangutana Sandra, la primera reconocida como persona no humana en Argentina, destacó que el litigio representa un avance hacia un marco legal más inclusivo y ético en relación con la fauna silvestre.
La cercanía de las Fiestas de Fin de Año también ha encendido alarmas. Según Piesco, los estruendos de la pirotecnia podrían afectar gravemente a Tania y su cachorro. “Pedimos que se determinen medidas inmediatas para protegerlos de este problema, especialmente considerando los riesgos que enfrentan en este contexto”, advirtió.
El recuerdo de lo ocurrido con el oso polar Winner en 2012, que murió en el exzoo porteño por una combinación de calor extremo y el estrés provocado por los fuegos artificiales, resuena como un trágico precedente.
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