¿La decadencia del tango o la recuperación de la tradición?
Un esfuerzo sublime por emular el pasado tanguero inicia un debate social sobre la pérdida del recuerdo o la desesperada fascinación por recuperar la tradición y parte de nuestra historia. Boedo, siempre testigo de los fenómenos tanguero.
Boedo es el barrio donde mayormente se concentra la historia del tango en estado puro. Entre los límites que delimitan el barrio no caben las modernas interpretaciones y la esencia del baile se conserva como sus inicios.
Sin embargo el desesperado objetivo de retomar la tradición y acercarlo a los jóvenes llevo a la aparición de nuevos ritmos, letristas y autores que mediante la modernización intentar retener el pasado.
La efectividad de los mismos parece haber tenido éxito. En el barrio de Boedo 7 de cada 10 alumnos de tango son jóvenes de entre 23 y 45 años. El tango dejo de ser cosa de abuelos desde hace casi 10 años.
Sin embargo muchos aseguran que el tango moderno en nada representa al original y que las adaptaciones son buenas.
Ya germinación de los tangueros jóvenes comenzó hace caso 10 años. “Hay una nueva generación de letristas que tratan de poetizar una Buenos Aires contemporánea, de quebrar un poco esa nostalgia por las viejas letras de la época de oro y dejar de reproducir ciertos tópicos.” afirmaba hace unos años Alejandro Guyot compositor poético le tango.
Guyot no se equivocaba. El tango estaba abriéndose paso y hoy más que nunca entre generaciones cada vez más jóvenes que ven en sus letras la representación mas sofisticada del sentimiento humano.
Su baile, sus pasos y sensuales movimientos llevan a una gran cantidad de interesados cada vez más jóvenes a aprender al respecto.
Guyot y Peralta son dos de los jóvenes que se acercaron al género a mediados de los 90, cuando ver a alguien de menos de 30 en la batea “Tango” de una disquería era una anomalía. Desde entonces, lo que pasó es conocido: se abrieron milongas y festivales independientes; las políticas públicas acompañaron (y fomentaron) con recursos e iniciativas; el tango instrumental desarrolló un discurso contemporáneo, con líneas bastante consolidadas: la que retoma y actualiza estéticas históricas; la que asume recursos de la música “clásica” y el jazz y reabre un espacio que se supuso clausurado por Piazzolla; la que imprime al género un sonido, una gramática y una actitud propias del rock ; incluso la que coquetea con la electrónica, hoy muy minoritaria. La letrística sigue siendo el flanco más débil de este renacimiento. Sin embargo, no es el desierto que se supone. Hay tangos nuevos, hay nuevos letristas.
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