La Conquista del Desierto-parte I – MUJERES EN LA HISTORIA
Era necesario según el pensamiento de la época, acabar con los malones y sus ataques, por eso Roca y sus soldados (alrededor de 1880) deciden avanzar sobre el indio hacia el Sur y luego lo harán hacia el Norte del país.
La incorporación de extensiones de territorio a la civilización blanca pone punto final al drama de las cautivas. Para el indio la mujer blanca era, el botín más preciado. La capturaba y la sometía a humillaciones. De la misma manera que a veces les descarnaban los pies, a veces las “hacían sus mujeres”.
Sus vidas siempre lindaban con el peligro no sólo de los caciques, sino de las otras mujeres que se veían desplazadas por “sus dueños”, ante la llegada de las nuevas en las tolderías.
Se vivía sobre las armas, a la defensiva, a tal punto que para detener al malón, había que incendiar grandes extensiones de campos, a veces quedaba tan sólo huir y dejar todo ante la irrupción de los indios.
Mapa mostrando la zona ocupada por indios
El malón estaba en un lugar y tiempo determinado: invadía las zonas de pastos largos, buenas pasturas, durante la segunda mitad del siglo XIX, hasta 1880 conquista del sur y 1884 conquista del norte del país.
El malón tomaba prisioneras a las mujeres blancas y se las llevaba a las tolderías
Muchas veces, al invadir por sorpresa, morían muchos hombres y los indios se llevaban a las mujeres y a los niños. Era una situación muy dura para las mujeres, porque no les quedaba otro camino que someterse al indio (que siempre no eran tan crueles), o dejarse matar por no abandonar a sus seres queridos: marido e hijos, que podían estar heridos.
Pero también existían las otras mujeres, las llamadas chinas, que eran víctimas de los indios, porque ocupaban la categoría inferior. Tenían a su cargo los trabajos más rudos, entre ellos la construcción de los toldos, el sembrado, cuidado de los ganados, los tejidos de telas de lana, el acarreo del agua, la leña, el cuidado de la limpieza, y a veces sufrían los excesos de la mala bebida. Sin embargo hay autores que describen a las indias como mujeres bien cuidadas, hermosas, bien vestidas y poseedoras de graciosos modos. Se dice que el flagelo de los malones, desaparece casi por completo durante la época de Rosas, debido a los tratados de paz, que formaliza con los indios y a los abundantes regalos que les ofrece, pero cuando finaliza su período de gobierno, recrudecen los temibles ataques sobre la pampa.
Con respecto al tema de los malones y las cautivas se ha pintado gran cantidad de obras de arte; muchas de ellas figuran en diversos museos del mundo.
Por otro lado las mujeres que han acompañado a los soldados en los fortines, llamadas cuarteleras, vivanderas o cantineras no llevaron mejor vida, durante las campañas contra el indio.
Sin embargo todas ellas se han distinguido por su abnegación y su consagración a sus familias, en esta empresa tan dura y plagada de penurias y sinsabores.
El fortín, lugar de defensa de los soldados en la lucha contra el indio
María Inés Fernández
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