La Cabaña del té, el secreto de Mar del Plata
Una alternativa para los turistas que visitan la Ciudad. El encanto de la playa, el sol, la gastronomía y las tardes de te en la Cabaña oculta del Bosque Peralta Ramos. Los detalles del suceso del verano.
Ubicado en la reserva ecológica de la zona es uno de los espacios turísticos más lindos que ofrece la Feliz. Una alternativa diferente a la playa y al sol con tupida vegetación y una invitación irrechazable a pasar una jornada alegre y tranquila en compañía de un té
La Cabaña del Bosque existe hace casi 2 años. Si bien las personas que eligen la feliz año tras año no lo hacen por la belleza de sus bosques sino por el encanto de sus playas, éste lugar representa una alternativa completamente diferente para los turistas.
Rodeado de verde, y pura naturaleza, posee un estanque con peces que dan paso a la enorme casona de dos pisos que emerge entre la tupida vegetación. El lugar homenajea de alguna forma al te y a sus implicancias: el tiempo de descanso.
Así constituyen la imagen invertida de la Feliz, asociada al ruido, la multitud de personas y las esperas eternas para poder comer.
Como particularidad de la casa, una de las condiciones es hablar bajo y en tono de susurro para favorecer el silencio y la conexión con uno mismo.
La creadora del espacio se llama Sonia, una asidua lectora empedernida y enamorada de los libros.
“Todo empezó como empiezan todos los proyectos, casi por casualidad”, dice la flamante anfitriona.
Alguna vez, Sonia vivió en la casa a la que invitaba continuamente a los vecinos a tomar el té. Se convirtió así en un punto de encuentro de todos los chicos del barrio y, una de esas tantas tardes compartidas, alguien le dijo: ¿Por qué no ponés una casa de té? Y con vajillas de familiares, platos y tazas diferentes, esta mujer valiente que hoy ronda los 70 años se lanzó a la aventura.
Desde hace 32 años el lugar existe y hoy es parte de un clásico para la Ciudad de Mar Del Plata.
Los vecinos del Bosque Peralta Ramos continúan hasta el día de hoy con esa costumbre, sabiendo que la identidad de La Cabaña se basa en las donaciones que hasta el día de hoy siguen llegando. Muchos visitantes o vecinos del lugar prefieren llevarlas ahí mismo como aporte a dejarlas morir o Ubicarlas en la intersección de Don Arturo y Los Cedros, al llegar a la puerta lo único que se ve son árboles.
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