La Bombonera y la resistencia de sus fanáticos
La idea de trasladar la bombonera fue de Angelici. El objetivo era construir un estadio de dimensiones mayores en los terrenos de la Casa Amarilla.
Todo este posible movimiento está justificado en un negocio millonarios que según algunos acarrearía a los bolsillos de los dirigentes.
Lamentablemente con el tiempo éste hermoso deporte comenzó a ser utilizado como fuente de ingresos millonario.
No sería esta la única razón por la que los hinchas de boca desean abortar todo intento de traslado o construcción de un estado ajeno a la Bombonera.
Los fanáticos del equipo no concilian la razón con la pasión y aseguran que tradicionalmente La Bombonera es el lugar de Boca, cambiarlo sería como empezar de nuevo y no corresponde.
Sin embargo si se admiten remodelaciones pero “’de traslado no se habla’, manifestó Martín en una encuesta callejera.
La comisión directiva admite que ya no se trata de restauraciones sino más bien de capacidad física insatisfecha.
La situación genera debate entre los 170 asambleístas y los socios que no parecen coincidir ambos en sus opiniones. Detrás pero pujando fuerte se encuentran los hinchas que no admiten el cabio de la Bombonera por las tierras de Casa Amarilla.
Son días de sentimientos a flor de piel para todos los vinculados al mundo Boca, que también vivieron un fin de semana de celebraciones varias, con motivo del cumpleaños 111 de la fundación de la institución.
Desde el Club manifestaron que el objetivo es poder brindarles mayor confort a los hinchas para que todos puedan entrar en el estadio y nadie quede afuera o parado.
Eso significaría también ampliar el circuito turístico, aumentar y mejorar la actividad comercial de la zona y potenciar el desarrollo del programa.
El espacio poseer una biblioteca, un teatro, dos salones (uno de juegos de mesa y otro de juegos manuales) y hasta la posibilidad de construir un jardín de infantes y una escuela primaria.
Y entonces, se dio un contrapunto que se notó y que generó discusión en la Asamblea. Porque está la chance de que en un futuro, los dirigentes que entonces conduzcan al club decidan construir en ese lugar un nuevo estadio. Los pasos para ello serían llevar a cabo un plebiscito con los socios, y en caso de ganarlo realizar una nueva Asamblea y un cambio de Estatuto. Un dirigente de la primera línea de la Comisión Directiva actual desestimó esta opción: “Es imposible. Porque incluso si a alguien se le ocurriera, van a llover tantos amparos que no se va a poder empezar nunca la obra”. José Palazzo, uno de los integrantes más enérgicos de la minoría, justificó su apoyo a la compra para que se beneficie el socio, pero aclaró: “No se les ocurra poner ni un ladrillo para un estadio nuevo. Eso no se lo vamos a permitir”. Y fue ovacionado por los cerca de 200 socios que presenciaron la asamblea.
La discusión sobre quiénes estarán habilitados para votar en el plebiscito es un partido aparte. ¿Votarán los 49.000 activos que estaban habilitados en la última elección o la consulta también se hará extensiva a los 75.000 adherentes?
No será sencilla la solución a un conflicto evidente. La Bombonera, que ya tiene 76 años, tiene una capacidad actual de 49.000 espectadores no da abasto para alojar a la superpoblación de socios que hoy tiene Boca. Y la sensación es que cualquier resolución que haya, no tendrá una aceptación unánime
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