La Boca sigue sumando espacios artísticos
Ya son más de 200 los espacios artísticos del barrio de la Boca. Reconocido por los turistas como emblema de la historia porteña, se posiciona como barrio de encanto, espacios artísticos inigualables y zona turística por excelencia.
Además de tango, colores y su típica conformación barrial, el barrio de la Boca suma más arte contemporáneo en sus angostas veredas.
Son un poco mas de 200 los espacios culturales que se anidan en el barrio entre los que se encuentran talleres de diferentes categorías, arte, exposiciones y museos.
La semana anterior se inauguró la segunda sede de Proa para que los vecinos puedan acercarse conocer y disfrutar de sus instalaciones y ofertas culturales.
Por su atractivo turístico y por ser el barrio que mayor visitantes extranjeros recibe, quizás el barrio de la Boca sea uno de los que más espacios culturales ofrece en la Ciudad de Buenos Aires.
La apertura de Prosa en la su nueva sede es un avance de la cultura artística que pregona el barrio.
El lugar es uno de los pilares de la Usina del Arte donde confluyen galerías talleres y residencias de artistas dedicados en su mayoría al arte contemporáneo.
“Año a año va creciendo. Cada vez hay más ofertas en un circuito con mucho para ver. En Proa estamos muy dedicados a las grandes muestras de artistas internacionales, como la muestra de Ai Weiwei, con llegada a una buena cantidad de público. Y como en arte siempre te falta espacio, por eso decidimos abrir Proa 21, un nuevo espacio que va a estar muy dedicado a la experiencia y la experimentación artística”, dice Adriana Rosenberg, su directora”
El circuito turístico de la boca se complementa con sus ofertas culturales abiertas. Los nuevos espacios del Distrito de Arte impulsados desde 2012 por el gobierno porteño vienen en aumento.
Es el caso de la galería Quadro, por ejemplo, que el año pasado se mudó de Martínez a La Boca, con la intención de ser parte del circuito. “Cuando la galería empezó a crecer empecé a mirar un poco el circuito en Capital Federal y ahí me encontré con que los dos barrios o escenas donde está el arte contemporáneo eran La Boca y Villa Crespo. Como mi proyecto tiene que ver mucho con el espacio se amoldaba más a La Boca”, dice Federico Gonz, su director. Ahí encontró una vieja casona en la esquina de Caffarena y Villafañe con una fachada de 1907, y a pocos metros de la Usina del Arte y otras galerías como Barro o Walden, lo que también atrae un flujo de visitantes. Hoy, como parte del circuito abierto, ofrecerán una performance.
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