Hoy: Guita
SOBRE EL ORIGEN DE ALGUNOS TÉRMINOS
Por Eduardo Rubén Bernal
De la Academia Nacional del Tango
De la Academia Porteña del Lunfardo
Es el dinero, y sobre todo su acumulación desmedida, motivo de grandes titulares en las primeras planas de los diarios de mucha, mediana o poca circulación en nuestro medio y, aunque con distintas orientaciones en todos ellos, siempre da qué hablar.
Y hablando de hablar, cuando de manera coloquial y entre amigos se tocan estos temas, siempre, cualquiera sea el color del dinero del que se trate, para nosotros siempre se trata de “guita”. Así lo nombramos aunque desconozcamos el origen y la historia del término. Y si bien se puede vivir sin conocerlo, aunque no sin guita, resulta interesante informarnos.
Guita es en la actualidad voz académica, está registrada en el real Diccionario, pero como pasa generalmente con las voces que estudiamos, siempre tienen algo que las distingue de la RAE y les da carácter lunfardesco.
El actual DRAE registra:
“guita. (Quizá del germ. *witta, y este del lat. vitta, venda sagrada). f. Cuerda delgada de cáñamo. || 2. Caudal, hacienda, bien. || 3. coloq. Dinero contante.
El primer registro con la idea de “dinero” aparece en el Diccionario Usual de 1925 que la incorpora como: “familiarmente dinero”. Anteriormente el vocablo aparecía anotado en el primero de los diccionarios castellanos, el de Autoridades de 1726, pero el significado que incluía nada tenía que ver con el que conocemos hoy en el habla de Buenos Aires.
Sin embargo, desde mucho antes de 1925 ya circulaba en Bs As, incluso en España, con el significado de “dinero”. Existen notas y registros literarios españoles de principios del siglo XX y aún anteriores que así lo prueban
Por lo tanto la voz “guita” con el significado de dinero estaba incorporada al español popular. Así llegó a Buenos Aires, seguramente con las compañías teatrales del género chico y se incorporó al lunfardo y antes o simultáneamente, al lenguaje culto de Buenos Aires.
. En sus artículos de La Nación de 1879, Benigno Baldomero Lugones la utiliza con el significado de “dinero”, lo mismo que Antonio Dellepiane en “El Idioma del Delito de 1894, donde encontramos:
“Guita: Dinero. Sinónimos: vento, guitarra, paco, rollo, ferros, mangangás, amarillo, pulenta, blanca, etc.”
Asimismo Luis Contreras Villamayor en El Lenguaje del Bajo Fondo de 1915, le da un significado curioso para ese momento:
“Guita: Dinero. Más común las pequeñas monedas”.
Este agregado a la idea común de dinero, la acerca tímidamente al lunfardo, al asociar la idea de “guita” a la de las monedas de poco valor.
Gobello registra el término en todos sus diccionarios. En el último, el “Diccionario del habla de Buenos Aires”” del año 2006, indica:
Guita: 1.- Dinero. 2.- Centavo. Unidad monetaria.
Pero quien redondea la idea es Mario Teruggi en su “Panorama del Lunfardo” editado en 1979:
“Guita: Si bien conserva su significado español de dinero, adiciona la acepción de centavo, usado en plural.
Es decir “guitas” igual a “centavos”, un significado claramente lunfardo.
La expresión fue muy utilizada en la primera mitad del siglo pasado. En la publicación “Papel y Tinta” del 29 de octubre de 1908, Ángel Villoldo en un “Diálogo” que tituló ¡Galleteao!, expresa:
Así es que las elecciones
han sido pa mí un gran clavo
pues he quedao, como vés,
sin la prenda, sin trabajo,
y sin los cincuenta guitas
que gasté pa los regalos.
Asimismo, Carlos de la Púa en La crencha engrasada de 1928, en los versos del poema que tituló “Gaby” escribió:
Es al bardo que vengas con macanas bonitas
esperando un jotraba que manqué refulero.
Para mí, con estuche no valés cinco guitas.
Se la encuentra utilizada en varias letras de tango escritas en la década del ’20 y principios del ’30.
Alfredo Marino y Ernesto de la Cruz en su tango “El Ciruja” de 1926 la emplean con acierto:
“… pero vivía engrupida / de un cafiolo vidalita / y le pasaba la guita / que le shacaba al matón.”
Enrique Santos Discépolo en “Qué vachaché” tango de 1926 dictamina:
“¿Pero no ves, gilito embanderado, / que la razón la tiene el de más guita?”
En la milonga de 1930 “Tortazos” de Maroni y Razzano encontramos:
“No te hagás la rastacuer / desparramando la guita,
Asimismo, Marambio Catán y Pettorossi en Aquaforte de 1932 se lamentan:
“Y pienso en la vida: / las madres que sufren, / los hijos que vagan / sin techo ni pan,
vendiendo “La Prensa”, / ganando dos guitas…/ ¡Qué triste es todo esto!¡Quisiera llorar!”
También Norberto Aroldi en “pa’que sepan como soy” profetiza:
“Con guita, cualquiera es vivo, son anzuelos los canarios. / La cuestión es ser un seco y que te llamen señor;”
Existen varias teorías para tratar de explicar el origen del término y de qué manera nos llegó la expresión. Se deben a distintos autores, son todas diferentes y todas pueden ser las genuinas. Yo daré mi opinión una vez planteadas las distintas teorías. Veamos:
Joan Corominas catalán de origen, en el Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana. Madrid. 1961 dice:
“Guita ha tomado figuradamente el sentido de dinero por comparación con un bramante (hilo o cordel) que da de él indefinidamente”
Vinyoles i Vidal, Joan J. Vocabulari de l’ argot de la delinqüència. Barcelona, 1978. Coincide con la idea de Corominas y le atribuye el origen a la lengua catalana.
“Arg. catalán, guita, diner. del castellano argotic i popular a partir de: “guita”=corda prima, amb idea de cosa que no s’acaba (cuerda delgada, con idea de algo que no se termina)
Sebastián de Covarrubias, que no era catalán, había nacido en Toledo a fines del siglo XVI, en su obra: “Tesoro de la Lengua Castellana o Española, editada en Barcelona, 1943, consigna en 1611 la voz “gitones” que “son ciertas monedas de cobre que en sí no tienen ningún valor y que tan solo sirven para calcular haciendo de ellas, unidad, decena, centena, etc. Y toman el valor del lugar y número a donde se colocan y los van pasando de un lado a otro”. Era una especie de contador de bolillas.
Eusebio R. Castex en su trabajo “Pasatiempos Lexicográficos”. Buenos Aires. 1940, afirma que la acepción crematística (es decir comercial) de “guita” es americana y no española. Apoyándose en la obra de Juan de Castellanos “Elegías de varones ilustres de Indias” publicada en 1589 dice:
“Los pueblos primitivos tuvieron para sus tratos comerciales y por moneda, puntas de flecha, huesos labrados y hasta raíces de plantas comestibles. Así en Coro, Venezuela, los nativos usaban la semilla del guitero como moneda, de manera que cuando los conquistadores le pedían “cay, que para los indígenas significaba cosa de valor, pensando que les traerían oro, ellos les ofrecían esas cuentas del guitero. Por lo tanto el fruto del guitero, naturalmente era la “guita”. Ante semejante desengaño, los conquistadores habrían llevado la voz a España, probablemente como burla y llegada a Sevilla, ingresa al Caló a través del habla de los soldados llegados de América.
Digamos por último, que Rafael Salillas, en su vocabulario del Caló Jergal “El delincuente Español. El Lenguaje” editado en Madrid en 1896, le asigna origen en el gitano español, el Caló:
“Guita. (del caló gui, trigo) f. Dinero.”
¿Dónde está la verdad? A mi juicio, y creo no equivocarme, la voz llegó Buenos Aires. a través de las compañías teatrales españolas que la instalaron en el medio porteño a fines del siglo XIX. Lo más probable es que la hayan llevado al sur de España los marineros que llegaban del Nuevo Mundo con la desilusión sufrida de acuerdo al relato de Eusebio R. Castex. Incorporada, de esa manera, al habla del gitano español llegó a Buenos Aires junto con las compañías que cultivaban el género chico.
Esa es mi teoría. ¿Cuál es la suya?
Chau. Hasta la próxima.
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