Hoy: Cachuzo
SOBRE EL ORIGEN DE ALGUNOS TERMINOS
Por Eduardo R. Bernal
de la Academia Porteña del Lunfardo
de la Academia Nacional del Tango
En estos agitados domingos de elecciones que tenemos quizás en exceso, pero que en términos democráticos bienvenido sea, al analizar los resultados vemos que algunos candidatos quedan bien parados y, justificadamente festejantes, mientras que otros mal parados… también festejan. Y uno justificadamente se pregunta, que festejan? si el pueblo los dejó cachuzos. Este comentario que escuché la noche del domingo me inspiró que ser´ñia “cachuzo” una linda voz para analizar.
Cachuzo es por su presencia en el habla de Buenos Aires, por su evolución y por su origen, un verdadero lunfardismo.
No está incorporada al la lengua oficial por la RAE y su presencia en el habla popular no es demasiado antigua. Su existencia no va más allá que los años treinta a juzgar por su inexistencia, por lo menos yo no la encontré, en la literatura, la poesía lunfardesca y todas las demás manifestaciones de la cultura popular registradas antes de esos años.
Cachuzo no aparece señalada ni el los celebres artículos infinitamente citados de La Nación de 1879 (Los beduinos urbanos y los Caballeros de Industria) de Benigno Baldomero Lugones, ni en el “Idioma del Delito de Antonio” Dellepiane, ambos de los últimos años del siglo XIX.
Tampoco aparece en obras editadas en los primeros años del siglo pasado como el “Idioma del bajo Fondo” de Luis Contreras Villamayor (1915), ni en los “Versos Rantifusos” de Felipe Fernández “Yacaré” de (1915), ni en la obra de Pascual Contursi.
La obra más antigua que yo encontré en la que aparece utilizada es en la Crencha Engrasda” de Carlos de La Púa de 1928 y en un tango de Celedonio Esteban Flores de 1928, “Pa lo que te va a durar”, que enseguida citaremos.
Tampoco la trata José Gobello en Lunfardía de 1953 ni en Palabras Perdidas (1973) o Etimolgías (1978) a pesar que como vimos, por lo menos ya en la década del veinte la voz circulaba. Es como si el término no hubiera tenido interés ni despertara alguna curiosidad su investigación.
Federico Cammarota en su “Vocabulario familiar y del lunfardo” (1963) apunta:
“Cachuso, sa: En mal estado, aplicable más a los objetos que a las personas.”
Asimismo José Gobello en sus dos primeros diccionarios, el de 1959, Breve Diccionario Lunfardo y el de 1975, Diccionario Lunfardo, registra:
“Cachuso: Averiado, deteriorado, envejecido.”
Mario Teruggi en el Diccionario de Voces Lunfardas y Rioplatenses de 1998, registra para cachuso uno de los significados más comunes en los muchachos de mi generación.
“Cachuso, cachuzo, za: adj. Infantil. Dícese de las bolitas llenas de cachaduras || figuradamente, roto, deteriorado, viejo, arruinado.”
Los demás autores de léxicos de lunfardo, en general no agregan otras cosas a las dichas
El texto más antiguo en el que encontré registrada la voz, es en La Crencha engrasada, de Carlos de La Púa de 1928. Es probable que puedan existir otros más antiguos, pero lo seguro es que ya, para la década del veinte, la palabra circulaba en Buenos Aires. La utiliza dos veces , en Barrio Once y en Puente Alsina:
Barrio Once
“Y, los bolsillos bolsas de bochones y miga, / llené toda la calle de repe chante / ¡Mi bolita lechera! ¿Dónde andarás amiga? / ¡Y aquella mil colores, cachusa y atorrante!”
Puente Alsina
“Puente Alsina / De la uña cachusa / A fuerza de probar el filo de los puñales”
Julián Centeya en su libro de poemas “La Musa del Barro” de 1969, dio a la poesía lunfardesca , uno de sus poemas inolvidables.
Mi viejo
“Quisiera amasijarme en la infinita / ternura de mi barrio de purrete, / con un cielo cachuzo de bolita / y el milagro coleao del barrilete.”
La expresión aparece utilizada en algunas letras de tango, no demasiadas, La más antigua que encontré es de 1935.
Pa´ lo que te va durar
Música: Guillermo Barbieri.
Letra: Celedonio Flores.
”Estás cachuzo a besos, te han descolao a abrazos,
se te ha arrugao la cara de tanto sonreír.”
En 1953, Con música de Enrique M. Gaudino y Letra de Armando Aquarone, compusieron una obra que fue inolvidable en la voz de Alberto Morán;. San José de Flores:
San José de Flores
Me da pena verte, hoy barrio de Flores
Rincón de mis juegos de pibe andarín,
Recuerdos cachuzos, novelas de amores
Que evoca un romance de dicha sin fin.
Tres años después en 1956, Roberto Grela y Víctor Lamanna, componen una hermosa obra que fue gran creación en la voz de Pablo Lozano con la Orquesta de Aníbal Troilo; Viejo baldío
Viejo Baldío
Mi suerte fue sortija
Que siempre se negó.
Y del rodar fulero
Por calles de la vida,
Hoy traigo a mi regreso
Cachuzo el corazón.
El origen de la voz, siguiendo a José Gobello, hay que buscarlo en el término “cachar”.
Cachar es palabra que en Buenos Aires tiene varias acepciones originadas en lenguas distintas que es interesante analizar. Es en algún aspecto, un verdadero lunfardismo. Se lo usa con los siguientes significados:
Cachar: Como lunfardismo, con la idea de Asir, tomar. En este caso surge de la italianización del andalucismo “cazar”: asir
Cachar: Leng. Popular. Embromar, engañar a uno (es decir cacharlo). Deriva del portugués: cachar: engañar, dar chasco. Y por extensión de ese significado, burlarse sutilmente de alguien sin que este lo advierta y para diversión de terceros.
Cachada: broma típicamente porteña que consiste en burlarse sutilmente de alguien, frente a terceros, sin que aquel lo advierta.
Cachador: afecto a burlarse del próximo.
Pero el origen de cachuso lo vamos a encontrar, como dijimos, en la voz “cachar” pero con un significado y origen distinto al usado en Buenos Aires y que recién citamos. Habrá que buscarlo en la voz “cachar” pero con el significado llegado desde el más puro castellano. Desde 1780 hasta la última versión de 2001, con ligeras variantes, el DRAE registra la voz “cachar” como:
Cachar: hacer cachos o pedazos una cosa.
Es así que “cachar” con ésta idea originó:
Cachar(se): leng .general. Agrietarse o deteriorarse la loza o el vidrio.
Esta expresión es la que produjo cachuso.
Es decir, resumiendo y para finalizar, la voz castellana “cachar”: hacer pedazos de algo, originó: la expresión general, cachar(se): agrietarse, deteriorarse y éste, posteriormente, originó en Buenos Aires: “cachuso” o “cachuzo”: agrietado, averiado, envejecido, deteriorado.
Igual que aquellas bolitas de la infancia que recuerda El malevo Muñoz en La Crencha…
Chau. Hasta la próxima.
(1933)