El cine de Boedo, una historia con valor
Un lugar de socialización para vecinos que proviene de la década del 20. Boedo era uno de los barrios dónde se concentraban la mayoría. Sin embargo no pudieron sobrevivir a los nuevos tiempos y proscribieron ante el Dvd Internet y canales digitales.
Boedo es uno de los barrios más atractivos respecto a sus tangos, cultura, fútbol, murgas, bares notables, personajes destacados, sus clubes de barrio y su gastronomía.
Los cines de barrio constituyeron en la década del 20 un auge en la sociedad del momento.
Los boedenses más antiguos recuerdan con cierta añoranza los cines barriales, su importancia social y todo aquello que aportaba a la sociedad del momento.
Los consumidores de cine de la década del 20 eran en su mayoría trabajadores de clase media que veían en el mismo posibilidades de distracción y encuentro saludable entre vecinos.
En las mismas calles donde hoy abundan bares, cafés y movimiento hubo una época en que los cines ganaban terreno en el barrio.
El movimiento pasaba por el encuentro vecinal en los barrios donde aprendieron a familiarizarse con las primeras producciones argentinas de cine, los artistas que se lanzaban a la vida actoral y la distracción que representaban.
Los cines más competitivos de la Ciudad de Buenos Aires se encontraban en Boedo .La razón es que en la zona habían varios cines uno al lado del otro y la competencia entre ellos se avivaba. En su afán de pretender ganar espacios entre el público, presentaban las mejores ofertas en cine y las más recientes producciones.
Los boedenses seguramente recuerden a “El Capuchino” más tarde conocido como bautizaría “Los Crisantemos”.
Unos de los primeros cines con butacas modernas y lujos de la época fue el “Cine –Teatro Boedo” que el 1918 tuvo su consolidación definitiva luego de varios años de idas y vueltas.
Luego de 1918 comienzan a proliferar una serie de salas de cine en la Av Boedo que atraen no solo a vecinos sino a los porteños en general.
Las entradas se solían sacar no por función sino por jornada completa. Esto quiere decir que podían sacar el boleto por el día y disfrutar de la programación de la jornada incluyendo esto varias películas en el día.
Unos de los cines más destacado en el momento fue Los Andes” donde solían pasar películas patrias como “Una nueva y Gloriosa Nación”. Estos días especiales, en el que el país tenía algún recordatorio histórico las entradas eran libres y gratuitas.
Otro de los cines destacados era el de “La Alegría”. Muchos aseguran que la madre de Gardel era fanática de éste cine boedense.
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