Aun no llegamos a la cima… Seguimos trabajando para el barrio y sus alrededores
Permítanme los lectores que les cuente la parte de mi historia personal que se relaciona con casi 30 años de Nuevo Ciclo, que me produce un sentimiento encontrado de emoción y alegría, al tiempo que renueva aquel esperanzado inicio, allá por 1982, cuando, con poco más de quince años me había iniciado como diseñador gráfico trabajando para distintos medios de comunicación, alternando a veces con la cobertura de distintos sucesos en los cuales, debía realizar algunos reportajes que posteriormente, adaptados, eran editados por periodistas profesionales.Mientras cumplía aquellas tareas comenzó a rondar en mi cabeza la idea que a Boedo le estaba faltando un medio de comunicación, donde los vecinos y las fuerzas vivas pudieran encontrarse mutuamente y al mismo tiempo enterarse de las noticias que tuvieran relación con Boedo y barrios vecinos. Poco a poco fue naciendo el deseo de ocupar ese espacio, deshabitado desde la desaparición de la revista ¡Aquí Boedo! que dirigió el celebrado periodista G. Cuadrado Hernández.
Aquella idea, que parecía media loca, la iba comentando con dos amigos de la infancia a quienes fui entusiasmando con el proyecto, hasta que, finalmente, nos unimos para empezar a dar forma concreta a los sueños. Nuestras familias nos brindaron su apoyo económico y también el marco para la discusión de ideas, esencialmente sobre las posibilidades de éxito o fracaso del emprendimiento. Pero seguimos firmes en el proyecto. Cuando llegó el momento de darle nombre a la nueva publicación, surgieron distintas alternativas hasta que, finalmente, nos decidimos por “Boedo en acción”.
Está de más decir que ese primer periódico fue algo “muy casero”, pero no obstante esta condición cuando sacamos a la calle el primer número alcanzó una buena repercusión en Boedo y al tercer mes ya teníamos nuevos colaboradores y un respetable número de anunciantes que nos permitió llegar a las veinte páginas. Recuerdo que lo armábamos nosotros mismos, intercalando páginas hasta casi la madrugada. Nos sentíamos orgullosos de la responsabilidad que habíamos asumido en esa etapa de la vida.
Pero no todo eran rosas. Cuando llegó el momento de ver los resultados económicos, nos dimos cuenta que cada mes las deudas eran mayores, claro…lo hacíamos a pulmón y por supuesto con la ayuda de nuestros familiares. Así llego el momento de la disolución de aquella sociedad.
No obstante las dificultades, mi propósito inicial seguía firme. Con mayor experiencia y el deseo de realizar algo más profesional. Por supuesto que el tema era motivo de conversación familiar y una noche, mientras cenábamos a mi madre se le ocurrió decirme: “ nene…si vos querés comenzar un ciclo, porque no le pones al periódico “Ciclo Nuevo”; mi hermano mayor me dijo nooo… mejor seria “Nuevo Ciclo” y ahí quedo el nombre como si lo hubiera soñado y me sentí muy identificado.
Ya estaba el nombre, solo faltaba ahora lo principal: salir a promocionar el periódico. Superando algunos obstáculos, por fin el 21 de septiembre de 1988 apareció el primer número, ¡que mejor fecha que el día de la primavera! y fue una de mis mayores alegrías porque el periódico fue un verdadero éxito, claro…era otra diagramación, los colaboradores que escribían eran más profesionales y la tirada alcanzó un importante número de ejemplares. Pero aquella alegría no duró mucho. En 1989 se produjo la famosa devaluación que afectó seriamente la economía y en un momento sentí que ya no podía editar más el periódico, los precios cambiaban a cada instante, las imprentas aumentaban en forma desconsiderada, la cuestión, que si se recaudaba 100 de publicidad el periódico costaba 700 y no había manera de sostenerlo. Ese momento de abatimiento pudo ser superado gracias a la ayuda de mis padres y el periódico continuó editándose sin interrupción temporal alguna.
En los años 90 conocí a Claudia, quien sería luego mi compañera de vida. Con ella y junto a mi hermana Elizabeth conformamos un grupo que comenzó a ver las cosas distintas, con mayor claridad, otros pensamientos, más entusiasmo, y así fue como de a poco Nuevo Ciclo fue tomando solidez, el periódico ganó en presencia vecinal, y a la par que surgían nuevos colaboradores, llegaban los reportajes a famosos, y teníamos un editorial excelente. La tirada también creció y con ella las responsabilidades. Cada vez que nos atrasábamos unos días el teléfono empezaba a sonar, clientes que esperaban el periódico.
El entusiasmo fue tan grande que agregamos más páginas y las dedicamos a incorporar, dentro del cuerpo del periódico, un suplemento especial, sin publicidad alguna , exclusivamente cultural, con el nombre “Boedo y sus recuerdos” cuya aceptación fue inmediata y a partir de ahí el éxito fue creciendo día a día.
Lo primero que hicimos fue hacerle un reportaje al Lic. Aníbal Lomba, quien era en aquel momento, el presidente de la Junta de Estudios Históricos del Barrio de Boedo. A partir de ese reportaje comenzamos a vernos con él más seguido, nos daba ideas permanentemente hasta que un buen día le ofrecimos que se hiciera cargo de toda la coordinación del suplemento; él aceptó y sus ideas junto a las nuestras potenciaron el nivel de las notas, enfocadas mayoritariamente en la historia de Boedo, comenzando a ser muy apreciado en todos las escuelas de Boedo y sus alrededores.. Muchas historias de Boedo fueron conocidas gracias a Nuevo Ciclo.
A mediados de los 90 ya el periódico era conocido como único medio de prensa de circulación mensual y entrega gratuita en el barrio de Boedo. Los comerciantes apostaban al periódico, los lectores cada vez eran más, y llegamos a la cima: editamos 64 páginas con más de 400 anunciantes y casi un centenar de notas de interés general, siempre enfocando al barrio. A partir de allí la responsabilidad fue mayor; comenzamos a realizar reportajes a las personalidades del barrio que fueron pasando por las páginas de Nuevo Ciclo. Llegamos a editar en el suplemento Boedo y sus recuerdos más de 800 páginas dedicadas exclusivamente a Boedo con el mayor éxito. Nuestro trabajo fue reconocido por varias instituciones que nos entregaron distintas distinciones, hasta ser declarado el periódico por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, como “de interés general y educativo para la Ciudad de Buenos Aires”. Era un nuevo orgullo porque por primera vez se empleaba, en el reconocimiento legislativo, la palabra “educativo”, que estaba señalando la importancia de los contenidos a nivel escolar.
A principios de la década del 2000 el periódico se editaba con páginas a cuatro colores, pero –como toda la sociedad- fuimos sacudidos por la crisis de los años iniciales, la salida de la convertibilidad, el aumento del dólar, como consecuencia, del papel, del costo de impresión, etc. Lamentablemente, en esos años quedaron en el camino muchos colegas y periódicos vecinales de larga y tradicional trayectoria.
Nuevamente estábamos a punto de naufragar. Pero con sacrificio, encontramos la forma de superar esos años duros, si bien debimos descender notoriamente el número de páginas. Muchos de nuestros fieles acompañantes en publicidad también sufrieron la dura realidad de esos años. El grupo continuó compacto, trabajando sin compensación económica alguna, ya que cada uno de los integrantes disponía de otra fuente de ingresos para asumir los compromisos de la vida diaria. Afortunadamente se superó el momento y apenas soplaron nuevas brisas refrescantes en el panorama de nuestro país renació el interés por la publicación de un nuevo suplemento, que ahora lleva por título “Nuevos Aires…en Boedo y la Ciudad”. En estos años se editaron tres suplementos especiales, fuera de las ediciones comunes, dedicados a los centenarios de Sebastián Piana, Cátulo Castillo y Leónidas Barletta. También se amplió nuestra red de difusión, con la apertura del sitio www.nuevociclo.com.ar, desde el cual, residentes de cualquier parte del mundo pueden tener noticias de este barrio de Boedo y de todos los barrios de la Ciudad. Un promedio de casi mil visitas diarias, algunos días superando esta cifra, permiten tomar idea de la importancia que ha adquirido esta forma de comunicación.
Esperamos poder seguir sirviendo a la comunidad, como siempre con una línea editorial independiente en lo político-ideológico, con un permanente respeto por el lector, al que jamás menospreciamos con notas chabacanas o de mal gusto, cuidadosos, no del purismo idiomático pero sí de la grosería, del chiste procaz, del artículo injurioso, todo tan en boga en el facilismo actual de los medios de comunicación en cualquiera de sus formas.
En el 2014 lamentablemente perdimos físicamente al Líc. Aníbal Lomba uno de los pilares más importantes de este periódico y por supuesto de Boedo, a pesar de toda la tristeza, “sentimos su presencia” a cada instante como si nunca hubiera abandonado este medio que tanto lo quería, nunca lo vamos a olvidar y quedara él, en lo máximo de nuestros recuerdos, afortunadamente nos quedaron sus escritos en estas páginas, su guía, su enseñanza, sus consejos y es por eso que decidimos dedicarle a él este nuevo formato web.
En éstos casi 30 años de permanencia se lo dedicamos también, con particular afecto, a todos quienes –en tan largo lapso- nos acompañaron y acompañan apoyándonos con su publicidad, sus notas, sus comentarios, distribuyendo el periódico, haciéndolo conocer, honrándonos con su amistad y su confianza. Gracias a todos.
Mario Bruno
Director/Editor
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