DON MANUEL BELGRANO Y LAS CONQUISTAS AMOROSAS QUE HICIERON PATRIA
Para empezar con el relato vamos a decir que nuestro prócer fue tildado de gustar amorosamente de los hombres , tal cual ha sucedido con otros hombres que hicieron Patria , ( solo para poner en evidencia las tendencias políticas homofóbicas y retrogradas de los propios denunciantes) y tratar de dejar afuera a aquellos que tenían tendencias progresistas , visión de futuro y un eterno compromiso con la liberación de los pueblos, ya que por aquella al que se le descubriera su homosexualidad ,era llevado a juicio , sentenciado a destierro e inclusive la muerte.
Volviendo al tema central, si se observaba a Don Manuel “desde afuera” se podía ver a un hombre con un porte, bastante alejado del porte castrense, un agudo tono de voz y ropa sumamente ajustada, condiciones que dieron lugar a humillantes apodos como General Cotorrita o Rabo de Loro. Lo de “cotorrita” sintetizaba en un solo apodo ambas burlas , ya que por una parte se referían a su voz chillona y por otra a su chaqueta verde , ajustada y rematada por una cola bifurcada que semejaba las plumas traseras de un loro ,la intención era bien clara , entre los entendidos , poner en duda las cualidades militares de Don Manuel. Lo cierto, es que todo esto estaba muy alejado de la verdadera intimidad del creador de nuestra Bandera, que no solo dejo descendencia, sino también corazones rotos que pudieron llegar a dar una vuelta de rosca a nuestra historia.
Si hablamos de sus descendientes debemos decir que nunca fueron reconocidos por el General. El primero fue un varón, Pedro, cuya madre era ni más ni menos, que la hermana de Encarnación Ezcurra, esposa del hombre más cuestionado de nuestra historia argentina, J.M. de Rosas, su nombre era María Josefa Ezcurra que queda embarazada estando casada con su primo J.E.Ezcurra, a este niño lo crio el propio ROSAS y cuando cumplió 25 años el mismo, le revelo la identidad de su verdadero padre, MANUEL BELGRANO.
La segunda prueba de virilidad heterosexual del General fue Manuela Mónica del Corazón de Jesús, hija que tuvo con María de los Dolores Helguera, Belgrano estaba dispuesto a pedirla en matrimonio y estaba enamorado de ella, pero recibe una orden impostergable para dirigirse a Santa Fe (estaba en Tucumán). Al partir el general ambos ignoraban el embarazo, para evitar el oprobio de la época de ser madre soltera y sabiendo la itinerante vida de Don Manuel, la familia casa a Dolores con un tal Rivas, que al poco tiempo la abandona. No era secreto para nadie que la niña era hija de Belgrano, a tal punto que los hermanos del General criaron a Manuela Mónica.
Bueno hasta aquí una brevísima síntesis que echa por tierra los rumores acerca de su virilidad hacia los hombres. Pero cuenta la historia (no tener hijos se es heterosexual), la idea política de Belgrano era una Monarquía europeízate constitucional, y para ello se necesitaba un monarca. En el año 1814 Belgrano y Rivadavia parten rumbo a Inglaterra en busca de lo absurdo: un monarca que gobernara nuestra futura Nación. Y suena absurdo porque los revolucionarios no querían un rey, pero hay que tener en cuenta que para los criollos, era la única forma de gobierno que conocían, iban a aceptar al Soberano pero con una Carta Magna de por medio, es decir, una monarquía regida por una constitución.
El General no conoció ni trajo a ningún monarca , eso sí ,en los ámbitos selectos que se movió conoció a una tal Madmoiselle Pichegru , que aseguraba ser hija de un ilustre cortesano , y la señora , bien llamada cortesana porque tenía más de corteses que de sanas , prometió colaborar con Don Manuel en su gestión de buscar un rey. Lo cierto es que los encuentros oficiales entre el general y la dama , duraban días enteros encerrados en la alcoba de la “ gestora francesa” , de hecho podría decirse que las relaciones bilaterales de Belgrano acabaron con éxito , aunque rey no consiguió , este episodio, en apariencia trivial , demuestra de que manera el sexo , algo que nuestros próceres no tenían según la historia revisionista , pudo cambiar el destino de nuestra patria , ya que si en lugar de toparse con una alegre damisela , Manuel hubiera encontrado un rey , acaso , en lugar de una República Argentina habría sido una monarquía , proyecto que murió antes de nacer gracias a las artes amatorias de la amiga francesa de Belgrano. En cuanto a Rivadavia, la historia no dejo registros sobre él, acerca de este episodio, por lo que se supone que se debe haber aburrido bastante.
Pero a la bella amante del General , Elisa Pichegru , le quedo la sangre en el ojo , desembarco en el puerto de Buenos Aires en 1816 y se hospedo cerca a la Plaza Mayor , donde mientras esperaba la llegada de su amante, para continuar con la gestión comenzada en Europa , escopeta en mano se entretenía en bajar a tiros a las palomas de los canónigos , pacificas inquilinas de la cúpula y cornisa de la Catedral , lo cierto es que Belgrano enterado de la presencia de Madeimoselle Pichegru , “casualmente” parte de urgencia para integrarse al Congreso de Tucumán , sin hacer tiempo en concederle un encuentro. Era evidente que Belgrano ya no estaba interesado en ninguna de ambas cuestiones, ni la monarquía europeizante ni en la oficiosa cortesana. Tal fue el miedo que provocó esta mujer en nuestro general, que en julio de 1816 Don Manuel echa por tierra la idea de una monarquía de tipo europea e instala la idea de restituir el Imperio Inca y someterse a sus dictados, claramente prefirió escapar de una loca con escopeta y virar su idea política, que luego fue apoyada por San Martin y Güemes, idea que no prospero, porque en su mayoría no estaban dispuestos a dejarse gobernar “por uno de la casta chocolate”. Ante semejantes contradicciones se decidió postergar la forma de gobierno y avanzar hacia la Declaración de la Independencia.
Así las cosas, mientras la amiga francesa, iba tras los pasos de Belgrano, el general, en su huida, el 9 de julio de 1816 declaraba la Independencia en Tucumán.
Evidentemente, nuestro prócer, le tenía menos miedo a la amenaza de los ejércitos realistas, que a la certera puntería de su amante francesa.
Como han leído, Don Manuel, no solo tenía una excelente virilidad con y hacia las mujeres, sino que también sus encuentros amorosos pudieron llegar a cambiar el rumbo político de nuestra República, al fin de cuenta, el legado de MANUEL BELGRANO fue enorme, al crear el símbolo que nos representa e identifica ante el mundo, pero ante todo fue un hombre, real, concreto, con todas las virtudes y defectos que puede tener cualquier hijo de vecino.
Cecilia Stepsys
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