Se trata de una mujer de 43 años, asmática. Según relató, ella vive en una “pieza de 3 metros cuadrados” con su padre de 85 años y su madre, diabética, de 84. En este momento se encuentra internada en el hospital Vélez Sarsfield, aislada.
Ayer martes, dentro de los nuevos 113 nuevos casos que se confirmaron, se encontraba esta mujer de 43 años, asmática, que reside en la villa 31, del barrio porteño de Retiro, y que causó especial preocupación.
El viernes pasado luego de comenzar a tener los primeros síntomas compatibles con el COVID-19, según consignó Página 12 a partir de la información oficial, la mujer se acercó al Punto de Atención del Centro de Salud y Acción Comunitaria (CeSAC) 21, ubicado en el mismo barrio.
Posteriormente la mujer señaló, a través de un diálogo con la organización villera La Poderosa, que desde allí fue trasladada al hospital Rivadavia, donde le hicieron el hisopado que finalmente confirmó el resultado positivo que se sospechaba.
Por otro lado, trascendió que varias personas que estuvieron en contacto con ella fueron contactadas por personal de la Secretaría de Integración Social y Urbana, y permanecerán en aislamiento, para lo cual, informaron las autoridades, “recibirán los elementos necesarios para distanciarse durante dos semanas: artículos de limpieza y alimentos“.
Si bien la noticia se conoció recién el martes pasado, la confirmación del caso positivo lo tuvieron las autoridades el lunes por la tarde, cuando vecinos y vecinas también comenzaron a difundir la noticia entre sus grupos de whatsapp. En el barrio 31 de Retiro, desde hace un tiempo está funcionando un Comité de Crisis, dentro de un barrio donde viven aproximadamente 40.000 personas, con altos niveles de hacinamiento y precariedad, y en un contexto en que las medidas de cuarentena y aislamiento resultan complejas.
Asimismo, la mujer, expresó su criterio de permanecer en el anonimato por miedo a las amenazas, vive en una “pieza de 3 metros cuadrados” con su padre de 85 años y su madre, diabética, de 84. En el mismo piso, contó, “viven otras tres familias, obligadas compartir un baño para 13 personas”. También explicó que tomó los recaudos necesarios, se armó barbijos caseros y trató de conseguir alcohol, “aunque escasea”.
Cabe destacar que desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, aseguraron que se les hará un seguimiento de su situación”, y que se pusieron a “disposición para acercarles los elementos de limpieza y alimentos necesarios para distanciarse durante las dos semanas”.
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