Clausuran un kiosco que comercializaba obras de Hitler
Un local que funcionaba también como revistaría fue clausurado por la venta de obras del polémico personaje mundial Albert Hitler. En esta nota te contamos las repercusiones.
Una de las obras más polémicas de los últimos tiempos es la publicación de “Mi Lucha” de Adolf Hitler, uno de los personajes más nefasto de la historia mundial.
Según trascendió semanas anteriores, un local comercial que funciona como kiosco en la Avenida Julio Argentino Roca, a la altura del 600 fue clausurado debido a que comercializaba este tipo de obras.
Sin embargo posteriormente fue desmentido el hecho de la clausura por el dueño del local.
La situación abrió una causa que sitúa al lugar como espacio de organización nazi. La fiscalía de la Nación sospecha de alguna organización moderna que pretende divulgar el movimiento moderno basado en la historia del ex mandatario alemán.
La investigación está a cargo de la Unidad Especializada en Discriminación perteneciente a la Fiscalía de la Ciudad.
Recordemos que el libro “Mi lucha”pertenece pura y exclusivamente a la autoría del líder nazi.
La sospecha radica en que el libro no tiene datos de publicación, ni editorial ni imprenta que haya podido poner el libro en circulación.
Según Gustavo Galante, encargado de la Secretaria General de la Fiscalía de la Ciudad, la constitución nacional ampara la libertad de expresión, por lo que caratular éste hecho como censura es imposible y va en contra de las leyes nacionales. Sin embargo, el responsable de la publicación no está exento de la persecución penal si lo público va contra la ley antidiscriminatoria.
En éste caso el delito es real. Recordemos que la “Lucha” de Adolfo Hitler, significaba la lucha de razas, una patología psicológica absurda que degeneró en uno de los peores genocidios de la historia mundial.
El departamento Fiscal de la Ciudad cuya secretaria interna lleva adelante los delitos discriminatorios puso atención en el hecho de que el libro estaría infringiendo el artículo 3 de la Ley 23.592 de la ley antidiscriminatoria.
El dueño del kiosko fue imputado como responsable de la propaganda o divulgación del libro en el hecho de distribución comercial.
Posteriores investigaciones indicarían una presunta participación de organizaciones neo nazis.
Tanto el vendedor como los editores y distribuidores podrían recibir una pena de entre un mes y tres años de prisión.
Sin embargo aún restan esperar las declaraciones de los testigos. Posteriormente se negó el que el local haya sido clausurado aunque si fue allanado para poder investigar cuales eran las publicaciones que comercializaban.
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