Centros culturales que caminan a la deriva
Un total de 300 centros culturales no poseen especificación en la actividad. Existen como planeamiento pero no están incluidos en ningún programa cultural de la Ciudad. Una historia, como muchas otras.
Existen leyes encargadas de brindar marcos precisos a las actividades que realizan los centros culturales dentro de la Ciudad de Buenos Aires.
El objetivo es poder direccionar las actividades que allí realizan para que cumplan con las propuestas culturales que benefician a la Ciudad.
La ley 5240 es la que encargada de establecer y delimitar los alcances de los centros culturales, mientras que la ley 5369 obliga a la inclusión de las mismas a un programa en beneficio d la Comuna en la que se encuentren.
A pesar de estar sancionadas las leyes existe una particularidad con las mismas: El lugar destinado a los registros de las mismas no existe.
Desde el Gobierno de la Ciudad se justificaron indicando que próximamente estará disponible la oficina de registros dentro del Ministerio de Cultura Porteña.
Se espera que dentro de un breve periodo de tiempo, el retraso sea solucionado y que las agencias gubernamentales encargadas de controlar y habilitar los centros puedan comenzar a operar.
Según la ley 5240 existen 4 categorías de Centros Culturales:
A- Con 150 personas como máximo
B- Con un máximo de 500 m2
C- Máximo m2 de 1000
D- D más de 1000 m2
Para que estos centros culturales funcionen como tal deben estar debidamente inscriptos y coordinados por la Subsecretaria de Regimenes de Promoción Cultural.
Uno de los requisitos para el funcionamiento legal de los centros culturales es la inscripción de los mismos en el Registro Único de Usos Culturales.
Actualmente los 300 centros culturales que se encuentran en la espera, intentan una aceleración de los trámites de inscripción y exigen una mayor organización de parte de las oficinas del Ministerio de Cultura para poder acelerar los trámites de existencia de las mismas.
A raíz de la definición otorgada por la ley 5240, los centros culturales gozan de la posibilidad de ser multifacéticos en cuanto las actividades que en las cedes pueden ofrecer.
Según esta ley, los centros culturales gozan del privilegio de ser centros de manifestaciones artísticas variadas, lo que dejaría de incluir solamente a los teatros independientes y pasaría a englobar demás disciplinas artísticas, como el baile, la danza, la pintura o la música.
La sanción de está ley es uno de los avaneces más importantes para la proliferación de centros culturales con sustentos del estado para su permanencia.
(146)
