Boedo , por encima de San Telmo y palermo
El barrio se renovó. Nueva faceta de un lugar que a pesar de la modernización, no se aleja de lo tradicional.
El más tradicional de los barrios se abrió a una nueva faceta más moderna con aperturas a un público cada vez más joven.
Si bien Boedo tuvo su apogeo en la década del 50, sufrío una caída muy fuerte en los años posteriores.
Se alejaba cada vez más de lo que había sido aquel lugar de encuentros de intelectuales del famoso grupo de Boedo.
Sin embargo hoy, el reconocimiento a la construcción de parte de la historia más importante de nuestro país, comienza a sobresalir.
Hoy, sus calles presentan un matiz más colorido y sus bares se renovaron. No obstante, sigue siendo el centro de reunión de los círculos artísticos más destacados de la Ciudad de Buenos Aires.
Según comentan algunos jóvenes, Boedo es hoy la alternativa por encina de Palermo y de San Telmo. Esto se debe a los costos más accesibles en cuanto a restaurant y gastronomía que en Palermo y a la gran corriente artística que atraída por la nueva faceta que el barrio presenta, sumado a la seguridad de sus calles, la prefieren por encima de San Telmo.
En Boedo se mezclan los centros comerciales, donde los caminantes pueden encontrar una gran variedad de artículos de interés. Relojes de buen nivel, camisas accesorios de todos los estilos en un contexto barrial y relajado.
En los últimos años, el barrio fue explotado como espacio cultural. Las avenidas principales que delinean los límites del barrio, modificaron parte de su estructura. La apertura de locales de comidas rápidas y las salas de teatros le dieron el toque faltante.
Si bien siguen existiendo sus tradicionales bares, hoy son más mencionados que hace una década atrás, debido a la mayor concurrencia de gente joven proveniente de distintas parte de la Ciudad, del país y del mundo.
La apertura de nuevos cafés, o salas de teatro mejoraron notablemente el público que transitaba por la zona. Si bien Boedo en un principio era un barrio pequeño con habitantes sencillos y casas comunes, en los últimos años se convierto en un ruidoso centro cultural barrial que obligo a los vecinos a la transformación de sus espacios para darle más entidad al ambiente.
Uno de los símbolos más notorios de la modernidad a la que aspira Boedo y que poco a poco logra consolidarse como estilo dentro del mismo es la inauguración de la sala teatral “Timbre 4”que ofrece diferentes alternativas para niños y jóvenes.
El público de sus tradicionales cafés también se modificó. Hace solo 8 años atrás, las personas concurrentes eran sólo parte del barrio.
La movida cultural abrió pasos a la modificación de toda una comunidad barrial. Las ofertas son muchas y abarcativas por lo que el público ya no pertenece sólo al barrio sino que es muy divergente.
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