Bares políticos, la nueva tendencia porteña para captar adeptos
Se trata de locales cuyos dueños son referentes políticos de algún partido de la Ciudad de Buenos Aires. Apuestas gastronómicas con gusto a ideología política.
Es una tendencia que crece en la Ciudad. Los políticos se inclinan hacia emprendimientos gastronómicos novedosos.
Los barrios elegidos generalmente suelen ser Palermo, San Telmo y Almagro por ser clásicos visitados y con mucho movimiento.
La realidad es que ya son una opción dentro del circuito gastronómico porteño e independientemente del partido político crecen y proliferan en la Ciudad.
Los bares de este estilo suelen tener características propias y hasta muchas veces son atendidas por sus propios militantes fanáticos que aprovechan la ocasión para trasmitir sus ideologías.
Según los propios políticos que se animaron a éste tipo de inversión, los fondos provienen de ahorros propios u obtenidos a través de créditos bancarios comprobados.
Uno de los pioneros en implementar la tendencia de bares políticos fue la agrupación Kirchnerista. Estos tienen al menos dos bares hasta el momento en la Ciudad. Uno de ellos recibe el nombre de ¨Los Chisperos¨, y fue fundado hace cinco años por la Legisladora porteña del FpV Gabriela Cerruti y se ubicaba en San Telmo.
En ese momento el auge del kirchnerismo estaba pleno. Uno de sus reglamentos interno de la casa era la no admisión de más de 40 personas en el local. Sin embargo luego de la derrota del candidato Daniel Scioli frente al actual presidente Mauricio Macri en 2015 todo cambio para Los Chisperos.
Hoy se mudaron a un salón mucho más grande dentro de los límites del mismo barrio con mayor capacidad. El bar nuevo cuenta con escenario, mesas, sillas barras y un pasillo de distribución amplio.
La características de los bares políticos suelen ser muy particulares. Ofrecen un servicio de cafetería muy exclusivo y funcionan además como Centros Culturales.
Allí suelen llevarse a cavo reuniones políticas y suelen ser frecuentados mayormente por periodistas curiosos o militantes.
“Arrancamos con algo chiquito en la calle Carlos Calvo. Pagábamos el alquiler entre cuatro o cinco y se autofinanció rápidamente. Además el lugar era de la madre de un amigo y nos la dejaba a un precio bajo”, cuenta Cerruti, que tiene el rol de “gestora cultural” en Los Chisperos.
La reciente Agrupación masista también quiso ser tendencia. En las intersecciones de la Avenida Rivadavia y Bocayuva funciona¨ La Fragua¨. Ofrece todos los servicios convencionales de un café bar pero sus ganancias son enteramente destinadas a la financiación de la campaña del candidato Sergio Massa. Su dueño es Javier Gentilini, Jefe del Bloque Masista de la Legislatura Porteña.
Así el circuito de bares políticos continúa creciendo en tiempo donde la política atraviesa una fuerte crisis de credibilidad.
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