Argentina, tendrá su segundo santo
El Papa Francisco autorizó la canonización del segundo santo nacido en nuestro país. Detalles de un reconocimiento mundial importante para los devotos.
Tenemos Papa, Reina y nos faltaba un Santo. Es la segunda vez en la historia mundial que un Papa autoriza la canonización de un sacerdote argentino.
Se trata del cura Brocheo, un sacerdote gaucho argentino que se destacó por su arduo trabajo al servicio de los enfermos y moribundos en los años 1800.Su personalidad lo llevó a destacarse creando escuelas e iglesias, con un fuerte liderazgo que incentivaba a la gente a seguirlo.
Hasta el momento nadie había reconocido a nivel santoral su activa participación dentro de la Iglesia Católica hasta que el Papa Francisco el último 22 de enero, autorizó finalmente su canonización.
José Gabriel del Rosario Brochero nació en 1840 en la provincia de Córdoba. En 2004, el entonces Juan Pablo II lo declaró venerable para que Benedicto XVI lo beatifique.
El proceso se demoró más de lo previsto y a pesar de las evidencias milagrosas la canonización no llegaba para Brochero. En 1967 comenzaron los trámites para el reconocimiento oficial de la Iglesia pero recién en 2015 llego la consolidación del reconocimiento como santo.
La aprobación se produjo tras la aceptación del segundo milagro producido por creyentes en su nombre.
El milagro consistió en la recuperación de lesiones de gravedad que sufrió una niña y que le dejaron al borde la muerte.
Sin embargo sin explicaciones científicas ni médicas la niña logró la recuperación y vitalidad de los órganos comprometidos.
En septiembre último Camila Brusotti, una niña de la provincia de San Juan, sufrió varias lesiones que derivaron en un paro cerebral.
La recuperación fue milagrosa y la Iglesia le otorgó el mérito de milagro que posibilitó los trámites de canonización.
El grupo de teólogos encargados de la verificación del milagro analizaron la recaudación de datos obtenidos para constatar que el milagro se habría producido por la intercesión de Brochero y no por la simultánea petición de los fieles a otros santos.
El primer reconocimiento de un santo argentino, otorgado por la Iglesia en los años 1900 se debió a San Héctor Valdivielso Saez, conocido popularmente por los fieles como San Benito de Jesús.
Su historia es muy distinta a la de Brochero ya que a los cuatro años fue ejecutado en la revolución de Asturias en España.
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