ARCA endurece el control con nuevos montos para transferencias entre bancos y billeteras virtuales
La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) actualizó los montos mínimos que las entidades deben informar sobre las transacciones de sus clientes. La medida, que busca garantizar mayor trazabilidad financiera, comenzó a regir el 1 de enero.
Desde este mes, ARCA elevó los montos a partir de los cuales bancos y billeteras virtuales están obligados a reportar información sobre transferencias, consumos, saldos y movimientos de sus clientes. Esta actualización semestral responde al ajuste por inflación acumulada y forma parte de la estrategia del organismo para modernizar los controles tributarios sin generar costos adicionales para los consumidores.
Los umbrales establecidos para reportar transacciones son los siguientes: operaciones que superen los $600.000, ingresos o egresos totales por más de $1.000.000 y saldos en cuentas superiores a los $2.000.000. Estas cifras representan los puntos de alerta que permiten al organismo solicitar documentación para justificar el origen de los fondos, asegurando que provengan de actividades lícitas y declaradas.
A pesar de los nuevos límites, la medida no introduce nuevas obligaciones fiscales para los usuarios finales, sino que exige a las entidades financieras y plataformas digitales un reporte más exhaustivo. Este régimen incluye tanto operaciones realizadas a través de bancos tradicionales como aquellas efectuadas mediante billeteras virtuales, cuyo uso se ha incrementado significativamente en los últimos años.
El crecimiento exponencial de las operaciones digitales, impulsado por la adopción masiva de herramientas tecnológicas, ha llevado a ARCA a reforzar los controles sobre este sector. Las billeteras virtuales ahora deben detallar ingresos, egresos y transferencias por encima de los umbrales establecidos, mientras que los bancos deberán informar sobre depósitos, extracciones y acreditaciones que superen los $1.000.000 en un mes.
La Resolución General 5512/2024, que establece estos nuevos parámetros, es parte de un esfuerzo por evitar la evasión fiscal y aumentar la transparencia en un mercado financiero en constante digitalización. Según ARCA, el objetivo principal es garantizar que las transacciones sean trazables y estén alineadas con las normativas fiscales vigentes.
En un contexto donde el flujo de dinero digital se escapa muchas veces de los canales tradicionales, esta actualización refuerza la capacidad del fisco para monitorear movimientos económicos. Aunque los controles ya existían, los montos ajustados periódicamente aseguran que las cifras se mantengan relevantes en términos reales, evitando una carga administrativa excesiva para las entidades.
La medida también refleja la creciente transformación tecnológica en el sector financiero, que exige a bancos y fintech contar con sistemas capaces de identificar y reportar con precisión las operaciones alcanzadas por el régimen.
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