Alfajor, el dulce coronado por los argentinos
El alfajor llegó al museo argentino en un homenaje la tradición Argentina. Una de las golosinas más típicas del país ahora, en boca de todos.
Es la golosina preferida de grandes y chicos. Se convirtió en el referente de los dulces porteños y hoy exhibe en un museo de la Ciudad.
En el marco de un merecido homenaje, el alfajor tendrá su propia historia enmarcada en un Museo a 200 metros de la Plaza de Mayo.
Un total de mil millones de unidades de esta golosina se fabrican en nuestro país con más de 100 marcas.
Una muestra imperdible que relata los momentos más sobresalientes de su fabricación y el proceso mediante el cual se convirtió en la golosina favorita de los argentinos.
“El alfajor, un ícono argentino”. “Como parte de nuestra cultura gastronómica, el alfajor es uno de los alimentos que trasmiten nuestra identidad. Trasciende con un éxito inigualable: primero con la venta ambulante a principios del siglo XIX, pasando luego a las pulperías y continuando por las confiterías y quioscos hacia 1940; hasta la actualidad“, manifestaron los organizadores de la muestra.
Entre los detalles más curiosos de éste recorrido se encentra la creación de la Constitución Nacional que fue redactada y escrita en una antigua alfajorjeria de la provincia de Santa Fe en 1853.
La marca Merengo, abrió sus puertas en 1851 con un manjar relleno de dulce de leche, tapas de galletas y un bañado glaseado. Sin embargos jamás se imagino que con este sencillo acto de inauguración entraría a la historia de la Patria.
El objetivo cultural de la muestra es la reivindicación y reconocimiento a la costumbre dulcera argentina.
La exhibición consta de un paseo por la historia del mismo, sus avances, retrocesos, publicidades graficas y televisivas de la época, su entrada a la mesa de postre e todos los argentinos y las respectivas recetas de cada marca que la fabricaron a lo largo del tiempo.
Las viejas etiquetas, las cajas en las que venían, los envoltorios de los años 60 y 70 respectivamente completan el paseo.
Según la historia, la marca más antigua de alfajores pertenece la provincia de Córdoba.
Allí los primeros creadores fueron Chammas y Emira Castro respectivamente entre los años 1800 y 1900.
En un principio los alfajores tal como los conocemos no eran así. Ellos eran muchísimos más grandes y poseían rellenos de fruta y crema. El tradicional dulce de leche completaba el ingrediente.
Jorge Luis Borges también aparece en escena cuando en El Aleph menciona al alfajor.
Poco a poco el alfajor se convirtió en un claco argentino insuperable. Sus ingredientes fueron modificándose aunque el público argentino mostró su preferencia por el relleno de dulce de leche y el baño infaltable de chocolate.
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