Boedo en Cartelera – EL DESGUACE
Continuando con el ciclo “Boedo en Cartelera”, les acercamos en esta oportunidad a los lectores el despliegue y compromiso con el arte del teatro El Desguace, un verdadero “Almacén Cultural”.
Así es, decimos almacén cultural porque de esta forma se autodenomina la sala teatral ubicada en la esquina de la calle México y Colombres, pleno Boedo. El Desguace fue inaugurado en el año 2009 por un grupo de artistas que conformaban una cooperativa de teatro itinerante, es decir que recorrían diversas salas y centros culturales, poniendo en escena sus proyectos y producciones. Con el tiempo, los miembros de la compañía que ya llevaba el nombre del teatro–muchos de ellos vecinos de Boedo- comenzaron a proyectar una sala propia donde poder dar rienda suelta a sus aspiraciones y metas. Dentro de sus planes también se encontraba presente la identidad cultural del barrio y es por eso que se propusieron vincular directamente su arte con Boedo, sus vecinos y su historia popular.
De ese proyecto nace el teatro El Desguace, Almacén Cultural, según nos cuenta Facundo Bein, miembro del equipo fundador, actor y actual programador de la sala, una esquina que ya contaba con antecedentes teatrales dado allí tenía lugar el espacio “Encuentro”, y donde, muchos años atrás, funcionó un antiguo almacén cuyos rastros aún pueden encontrarse en el teatro. Durante su inauguración, el “Tata” Cedrón, célebre figura del tango, participó tocando algunos de sus temas dándole a la compañía su apoyo para el surgimiento de El Desguace.
Conscientes del gran movimiento de teatro independiente que existe en la Ciudad de Buenos Aires, El Desguace se las ingenia para convocar un público disperso por las innumerables salas de la capital, ofreciendo una programación variada, de calidad y siempre en contacto con el aspecto social del teatro. En todas las obras puestas en escena, ya sea creaciones propias de la compañía teatral como de grupos invitados, participa la temática de lo popular. Actualmente en cartelera, la obra Babel, Boedo, Babilonia, dirigida por Daniel Kersner, refleja este rasgo de El Desguace, manifestado entre otras cosas, mediante obras del grotesco criollo, en este caso del dramaturgo Armando Discépolo,
Siguiendo la misma línea, El Desguace debe su significado al arte de desguazar, de desarmar un elemento en partes para darle un nuevo uso. Con esta metáfora de estética grupal, la compañía construyó un espacio que en sus orígenes no estuvo pensado para funcionar como teatro, conservando parte de la arquitectura para darle un nuevo giro a lo que se concibe como sala teatral. Para quien lo haya visitado, notará que su entrada principal da directamente a la sala, motivo por el cual se hace pasar al público hacia la boletería situada en un patio interno. A su vez, gran parte de los elementos del espacio y escenografías fueron pensados bajo una “lógica del rebusque”, tal como nos cuenta su programador, trabajando sobre un elemento antiguo para convertirlo en algo estético y funcional para la sala. Sus butacas de madera fueron, de hecho, recibidas como donación del teatro Alvear, y luego de reacondicionarlas, se incorporaron como uno de los objetos que más se destacan del teatro.
Abierto de lunes a lunes, El Desguace se propone compartir con la gente del barrio, no sólo desde su programación teatral, sino también como un lugar de formación artística completa. Durante la semana se dictan talleres de dramaturgia para todas las edades y niveles, incluso clases de comedia musical para los más chicos. Hoy en día, acercarle a los vecinos la posibilidad de involucrarse con actividades artísticas, donde puedan compartir un espacio de comunicación y reflexión con otros es uno de los objetivos más fuertes de este Almacén Cultural.
Para consultar la programación y realizar reservas no dejen de visitar la página web:
María Victoria Varela
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