Violencia en los Hospitales
Y los hechos se siguen sumando. En los últimos días, un enfermero fue asaltado en la sala 14 del Hospital Rivadavia. De acuerdo a los testimonios recibidos, los robos dentro del nosocomio se volvieron moneda corriente.
En la medida que no se tomen medidas urgentes, la reiteración es inevitable y las consecuencias impredecibles.
La falta de límites y la permisividad lograron esta realidad que amenaza de manera directa a la convivencia democrática, dervirtuando los objetivos de las entidades y de sus respectivos profesionales y del personal en general.
Los treinta y tres centros de salud porteños reclaman por seguridad, pero también pór salarios e inquietudes tales, como el incremento en los casos de tuberculosis en Villa Lugano y Bajo Flores, por ejemplo…
Y como si fuera poco, en las últimas horas una persona fuera de sí que se encontraba dentro del Hospital Fernandez, al solicitarle la camilla en la cual se encontraba recostado, tomo un caño y comenzó a golpear paredes, rompiendo vidrios, amezando empezó a correr a los médicos por los pasillos. Una médica sufrío cortes, traumatismos, al caerle vidrios encima. La denuncia quedo radicada en la comisaría 53.
Al parecer, la persona que encabezó estos episodios violentos, es un habitue del lugar. Acostumbra presentarse a la guardia para solicitar medicamentos.
La Asociación de Médicos Municipales elaboró un proyecto que solicita incorporar al Código Penal un delito llamado ataques a espacios públicos y privados para la atención de la salud pública. La iniciativa sostiene que la agresión sea considerada un agravante del delito.
En 2011, el gobierno de ese entonces, dispuso el retiro de los 1200 agentes de la Policía Federal que cumplian adicionales en alrededor de 114 edificios públicos porteños.
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