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EspaciOM: cultura emergente en Boedo

EspaciOM: cultura emergente en Boedo

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Talleres, ciclos y exposiciones son los pilares de esta casa de arte a cargo de la joven muralista, música y referente Paloma Marin, segunda generación de gestores culturales en el barrio, puesto que viene de la familia que fundó el célebre Pan y Arte.

El tramo que hace la avenida Boedo entre Independencia y San Juan se consolidó como un polo gastronómico y cultural, una marca registrada del barrio y la ciudad. En una esquina de este trecho se ubica el balcón de EspaciOM, reducto artístico y de enseñanza que abrió sus puertas en noviembre pasado.

En los últimos años se hizo habitual que muchas salas culturales y casas de arte funcionen en departamentos o pisos de edificio. En Palermo es posible ver esta tendencia en forma más asidua. Se los acondiciona y se los prepara para vernissages, celebraciones y demás encuentros.

Con ese espíritu, y una impronta abierta a la búsqueda de nuevos talentos, EspaciOM es un semillero interesante para seguirle la pisada en Boedo.

Una noche se pueden disfrutar recitales acústicos, con voces nóveles o emergentes de la escena porteña. Otra tarde, se asiste a un taller intensivo de música electrónica, por no mencionar la realización de desfiles de moda, conciertos de música con instrumentos insólitos, ferias de editores independientes y un montón de proyectos más.

Bajo el techo de esta casa cultural todas las iniciativas adquieren forma con el acompañamiento de un público entusiasta por nuevas expresiones culturales y urbanas.

Mucho más que un espacio de arte

“Cuando abrimos en noviembre iniciamos con clases de yoga y un taller de tarot para la creatividad. Es un lugar donde lo principal es poder expresarse y transmitir arte, conocimiento”, asegura Paloma “Pmixs” Marin, referente de este espacio cultural boedense, quien se muestra activa, con iniciativa y ganas de enfrentar el desafío de hacer creer a EspaciOM.

En esta sala artística del barrio se percibe desde el primer momento el empeño puesto para llevar adelante un lugar con frescura, atención y originalidad. Ingresar allí, luego de subir un piso por una escalera marmolada, es una experiencia en sí misma, donde todos los sentidos participan.

La primera sensación es a través del olfato. Durante cada jornada se prenden inciensos y sahumerios para llenar de aromas dulces, florales, y otras variedades y así entrar en clima. La música es constante, ya sean canciones acústicas en vivo o temas hechos con sintetizadores. Los juegos de luces con guirnaldas y los videos proyectados sobre uno de los muros de la galería acompañan el ambiente ecléctico. Cada encuentro artístico es un momento de disfrute y larga contemplación.

Es más, durante los eventos, el juego con nuevas tecnologías y redes sociales es notorio ya que usuarios y seguidores de EspaciOM pueden ver fotos y videos subidos en tiempo real sobre lo que va ocurriendo en cada muestra.

Este espacio de cultura no es sólo una sala donde artistas emergentes y consolidados acuden para exhibir su arte y brindar por nuevos valores de la escena porteña. También hay talleres, como clases de yoga, una de las actividades de la primera hora que aún hoy continúa con un gran número de asistentes. Hubo juntadas de reciclaje urbano, canto y terapia floral.

Una familia destacada del barrio

Cuando inició de manera incipiente y artesanal Pan y Arte en Boedo y San Ignacio ninguno pensó los alcances. Hoy es uno de los bares culturales más prestigiosos del barrio y la ciudad, incluso cuneta con reconocimiento de la Legislatura porteña, tal como reza la plaza instalada en el frente de Boedo 876. Un emprendimiento teatral es la continuación de un proyecto de larga data.

Ahora, en el barrio de Boedo, se viven los primeros pasos de la segunda generación de estos gestores culturales, puesto que Paloma Marin viene de la familia de los hacedores de Pan y Arte.

“Sí, se trata de una segunda generación y eso me pone contenta y es un gran desafío hacer complementar mi gusto por el muralismo, por ser DJ y también estar al frente de EspaciOM”, asegura al respecto.

Consolidarse en el barrio

“En verano, como hacía poco que habíamos abierto, hicimos muchas movidas, para posicionarnos, convocar y crecer en contacto con artistas. Se trata de venir y conocer gente, que se genere un intercambio de arte, de todo tipo de conocimientos, que haya vida en este espacio a través de todas las actividades y de la concurrencia del público”, suma al respecto Paloma.

En cuanto a grilla, en el corto plazo, se viene una buena cantidad de talleres intensivos confirmados hasta mitad de año: Hata yoga el 14 de mayo, ciclo de cine cannabicultural con fecha para el día siguiente. Más tarde se hará un taller de sintetizadores caseros el 17 de este mes; habrá un “Live Lab” intensivo (editar sonido en tiempo real) el 24 de mayo y también el cinco de junio habrá un SET otoñal deep tech encarado por Max & LouOU.

“Son actividades diversas, donde hay enseñanzas, donde la energía de los asistentes fluye. Lo que ocurre al abrir las puertas a cada nuevo evento es mágico”, cierra Marin e invita a disfrutar de la música, el arte, el talento y las buenas vibras de este rincón boedense en ascenso.

 

Juan Castro

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