Los porteños prefieren los gatos antes que los perros
Una encuesta revela las preferencias de los porteños a la hora de tener animales domésticos. Curiosamente se imponen los gatos sobre los perros. Derribo de un mito porteño.
Años anteriores se creía firmemente que eran los perros los animales domésticos por excelencia de los porteños.
Sin embargo hoy se sabe a ciencia cierta que son los gatos los animales preferidos para la Gran Ciudad.
Los perros característicos por su compañerismo, ternura, fidelidad que contraponen a la frialdad e independencia de los gatos.
A pesar de las cualidades encantadoras de los perros, los gatos suelen adaptarse más rápidamente a los departamentos o espacios pequeños a demás de darle a los hogares una especie de energía cálida, benéfica y agradable.
El perro necesita un cuidado particular, sacarlo a pasear, bañarlo, jugar con él y dedicarle tiempo. Sin embargo los gatos resultan animales mucho más independientes, no necesitan que los saquen a
pasear, disfrutan de la calidez del hogar, son silenciosos y compañeros y se alimentan a la horas que les plazca sin necesidad de que el dueño este pendiente de ellos.
A la hora de mantener la higiene en los departamentos, los gatos solo necesitan las piedras hormonales en contraposición a los perros que necesitan salir a determinada a hora.
Sin embargo los costos de los gastos suelen ser mucho menos económicos que el de los perros. Un gato de raza puede llegar a valer hasta $15000.
Los más comunes son los gatos siamés, persa o angora cuyas características fiscas varían de acuerdo a la raza.
Una encuesta revela que existen unos 430 mil perros en la Ciudad, mientras que 250 mil son felinos. La brecha comenzó a achicarse, dado que años anteriores los perros triplicaban la existencia en los hogares respecto a los gatos.
Desde el 2013 hasta el momento el incremento de gatos en la Ciudad creció un 30% comparado con años anteriores. Las fácil adaptación a pocos metros cuadrados, la compañía independiente y la trasmutación energética que dicen incorporan a la casa son algunos de los factores de éste crecimiento preferencial.
Los veteranos coinciden que el sistema inmunológico del gato es más fuerte y menos propenso a enfermedades que la del perro.
Esto conlleva una ventaja interesante a la hora de invertir respecto a lso cuidados sanitarios del animal.
Muchos porteños coincidieron en que al principio no gustaban mucho de la idea de tener gatos como animales domésticos en la casa. Sin embargo una vez que lo tuvieron no quisieron cambiar a otro animal.
La famosa frase “los que ni gustan de los gastos es porque nunca tuvieron uno ” parece adaptarse muy bien al momento de hoy.
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