Clarito: el trago argentino que hace furor
Se trata de una bebida con más de 83 años de existencia pero que está más vigente que nunca. Una historia que entrelaza cultura, pasión y secretos porteños.
El clarito es una bebida netamente argentina con historia, creada hace más de 83 años por el barman argentino Carlos Pichín Policastro.
A diferencia de lo que muchos pueden pensar, el trago argentino por excelencia está lejos de parecerse al fernet con coca. Se trata, en cambio, de un cocktail vernáculo, más específicamente porteño. Se llama Clarito y data de 1935 .Los expertos actuales en bebida aseguran que de alguna forma es una adaptación local del famoso dry Martini.
Durante muchos años la moda impuso al fernet con coca como alternativa juvenil y alegre en los boliches. Sin embargo, el clarito siempre estuvo ahí, distinguiéndose y aunque menos popular, se presumía superior al primero por su historia.
En 2008 los bármanes Federico Cuco y Martín Auzmendi decidieron actualizar el trago y darle entrada en los sectores que no lo conocían. Desde ahí vienen haciendo un trabajo constante para devolver a este trago el lugar de privilegio que supo tener en las cartas de los bares.
La historia del clarito entrelaza pasión, cultura y arte. Su creador fue un personaje de familia italiana que realizó múltiples actividades, ya que trabajó en cine, radio y televisión. Fue fundador de la AMBA (la mutual de bartenders), ganó en 1954 el campeonato mundial de coctelería en Berna, Suiza y, al año siguiente, se fue exiliado a Venezuela”. Pero dejo su legado más perdurable: el Clarito.
Originalmente se hacía con una copa “campanita”, aunque ahora se emplea una copa de Martini cuyos bordes se pintan con limón. Luego se la enfría en la heladera con cubos de hielo quebrados.Después se llena un vaso mezclador con cubos de hielo para refrescar la preparación:9 partes de gin y una de vermuth seco tipo francés. Se gira el vaso mezclador para refrescar el contenido y se sirve en la copa sin el hielo. Además, Policastro renegaba de la aceituna y la reemplazó por una piel o twist de limón.
Mas allá de la fascinante creación de Pichín, como apodaban al barman argentino, creador del Clarito, dejo una serie de recomendaciones que siguen siendo el manuela de consulta básica de todo iniciado.
#1. El barman es un artista y la coctelería un arte que se nutre de espíritu, sabor, aroma, color, genio y fantasía.
#2. La misión del barman es alegrar, no embriagar.
#3. Haz del cliente un amigo y no del amigo un cliente.
#4. No ofrezcas nunca una copa sin una sonrisa.
#5. Habla lo necesario, no escuches lo ajeno y olvida las confidencias del
cliente, procurando que el trato sea siempre el mismo.
#6. Sé el más limpio, el más elegante, el más cordial, el más fino, en todo momento y lugar.
#7. No hagas trampas con las bebidas ni juegues con la confianza de tus clientes: sírveles siempre lo mejor. No des al cliente lo que no quieras para ti.
#8. Experimenta sin cesar, pero no a costa del cliente.
#9. Huye de las “fórmulas matemáticas” en tus cócteles: la fantasía es un ingrediente esencial.
#10. Siente el orgullo de ser barman, pero merécelo.
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