Tendencia del reciclaje: vuelven los departamentos a medio hacer
El dólar por las nubes, las trabas bancarias para acceder a un crédito hipotecario y otros factores de la economía argentina hacen que acceder a un depto de dimensiones mayores a las de un monoambiente resulte difícil. Sin embargo la nueva tendencia es reciclar los ambientes. Te contamos como…
El análisis del estado de la unidad, la luz natural de los ambientes, el potencial de la zona en la que está ubicada y el tiempo que demandará la remodelación es fundamental para que los números cierren a la hora de comprar un departamento.
La cuestión de restaurar un departamento para convertirle en un espacio más moderno y espaciosos vienen en alza.
Pisos flotantes, escaleras de madera pequeñas en caracol y entre pisos caseros son algunas de las nuevas técnicas en diseño que aplican algunos departamentos de la Ciudad de Buenos Aires.
Muchos joevens que deciden acceder a su primer departamento compran unidades a costos bajos con la intención de reciclarlos.
“Hay que comprar bien antes del reciclado. No todo el mundo porque tiene el departamento en malas condiciones lo regala, hay que encontrarlos”, explica Antonio Pecora de Desarrollo Inmobiliario.
“Todo departamento es restaurable, a menos que tenga una muy mala ubicación de las partes”, agrega y pone como ejemplo de mal negocio una unidad que da a un aire luz. “La reventa será muy difícil. En cambio, una unidad con buena luz y una mala distribución de los ambientes se puede modificar”, aclara el arquitecto que sostiene que con $20.000 se puede “hacer magia” en materia de restauración.
Las restauraciones son indispensables para poder cotizar la venta de los mismos a precios mucho más elevados que la inversión puesta en ellos a la hora de comprarlos.
Sin embargo a pesar de las remodelaciones posibles la zona en la que estén ubicados es la que dará el costo final a la unidad.
“Antes encontrabas en Almagro y Villa Crespo muy buenos precios y si reciclabas te quedaba fantástico, pero Buenos Aires cambió, se puso cara”, sentencia. Andrea Neme, arquitecta.
Sin embargo los expertos aseguran que las remodelaciones no siempre son económicas y muchas veces los edificios antiguos que son remodelados por los nuevos propietarios suelen traer problemas.
Pese a que las propiedades se encarecieron por la abundancia de créditos, los costos de restaurar un departamento no se han disparado en lo que va de 2018.
En los tres primeros meses del año, el índice del costo de la construcción en el Gran Buenos Aires que mide el Indec – y que releva la evolución del precio de los materiales y la mano de obra, entre otras variables- aumentó 5 por ciento, una cifra menor al 6,7 por ciento que marcó la inflación.
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