Mate dulce y galletitas, la tradición argentina que gana
Universitarios, adultos, oficinistas o profesionales, contadores o letristas todos forman parte de este círculo vicioso tan ameno.
Otoño, invierno, verano o primavera. Cualquier estación es válida para compartir mate .Sin embargo los meses de frio son los más proclives a incitar al círculo de mate galletitas y dulces para compartir una reunión sin importar si estas son formales o de simple encuentro.
El mate está ganando terreno incluso sobre el café. Ganan el protagónico en reuniones de todo tipo, unen personas, integran, favorecen el dialogo, y logran atravesar fronteras.
El mate es consumo obligatorio de los universitarios y de las parejas con proyecto.
Además una manera de hacerlos más gustoso es acompañarlos con dulces, galletitas o bizcochitos.
La falta de tiempo hace que las personas prefieran comprar antes de preparar recetas. Sin embargo en algunos hogares argentinos aun se conserva la tradición de preparar tartas de manzana, alfajores de maicena o pastafloras.
Más allá de la cuestión simbólica y del acercamiento comprobado que involucra al mate, tiene muchos beneficios.
El mate, esta costumbre Argentina cuya popularidad se volvió simbólica para los argentinos desde la época de los gauchos es uno de los mayores antioxidantes que se conoce.
Desde que comenzó a viralizarse los estudiosos comenzaron a adentrarse en sus propiedades. El resultado es el descubrimiento de sus increíbles propiedades que benefician la organismo retardando el envejecimiento celular, estimula el sistema inmune y evita el stress.
El consumo del mate es una costumbre que se extendió en varios países de América del Sur, Paraguay, Uruguay, Brasil e incluso en algunas partes de Chile.
Gracias a los jesuitas que se asentaron en la provincia de Misiones se logró sembrar la yerba mate en la zona y desde allí se expandió a todo el territorio argentino para fines múltiples, entre ellos, el mate.
Actualmente Brasil es el mayor productor de yerba mate, le siguen Argentina y Paraguay.
Los estudios demuestran que la yerba mate ayuda además a la salud cardiovascular, aumenta el colesterol bueno, y brinda resistencia física además de retardar el envejecimiento celular.
La costumbre de tomar mate con dulces o bizcochitos es netamente una forma de asimilar el gusto del mismo.
Si bien en Argentina se toman dulces o amargos inicialmente el mate siempre ha sido amargo.
Agregarles café, miel, cascaras de naranjas, o algunos yutos como menta o burrito solo le aportan un sabor que se suma al ya original.
El mate es el compañero ideal de los universitarios para concentrarse, de los abuelos para no estar solos, de las parejas que necesitan hablar y de las personas que buscan una compañía desinteresada.
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