Carlitos Balá / ¡Ciudadano Ilustre!
Es un mimo, una caricia al alma, sobre todo cuando se llevan con toda dignidad los primeros 91 años de una linda vida, no sin esfuerzo, pero linda vida al fin de quien nos ha sacado una sonrisa siempre, con la sencillez y simpatía de los grandes que no necesitan apelar al golpe bajo para crear audiencia.
Por su aporte como artista a la cultura popular, la Legislatura Porteña distinguió al querido actor Carlos Balá como Ciudadano Ilustre, máxima distinción para hombre dedicado a su carrera y por sobre todo a un objetivo: hacer reír a la familia. ¿Quién no recuerda sus frases?
“Qué gusto tiene la sal”?…”Un kilo y dos pancitos”…El gestito de idea…el Chupetómetro, fue una creación que invitaba a los bebés a dejar el chupete. Una iniciativa por la vida y el crecimiento sin lugar a dudas.
Carlos Salim Balaá nació el 13 de agosto de 1925 en el barrio de Chacarita. Su carrera comenzó realizando monólogos espontáneos en la línea de colectivos 39.
Humorista infantil y para adultos, desarrolló y desarrolla una intensa actividad en el rubro
radiofónico, televisivo, cinematográfico, teatro y comedia musical. Se puede decir que construyó una carrera basada en el entretenimiento de toda la familia.
Este reconocimiento del Gobierno Porteño se suma al otorgado por el Vaticano como Embajador de la Paz.
Vital, sencillo, con sentido del humor,humano agradecido, Carlitos Balá se siente el “Hombre más Feliz del Mundo” por el recibir día a día el cariño de la gente.
Enamorado de la vida quiere llegar a los 100 años, pero aclara: “con felicidad, no sufriendo”.
Su gran amor, Marta, cincuenta y cinco años de matrimonio, era de avenida San Juan y Boedo.
Cuando hay amor Chacarita, Boedo queda a la vuelta de la esquina…
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